Un pistoletazo sin cambios

Diego Izco (SPC)
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El Madrid arranca remontando y el Barça, donde Xavi sigue sin dar con la tecla, sin gol a pesar de los refuerzos. Tres líderes de inicio y tres bigoleadores para seguir soñando: Morata, Juanmi y Baena

Un pistoletazo sin cambios - Foto: AFP7 vía Europa Press

Arrancó el curso futbolístico de la 22/23 y, en lo que respecta a la guerra de favoritos, el gran cambio... es que no hubo ninguno. El Real Madrid volvió a vivir en el alambre y transmitió esa sensación tan suya, tan intransferible, de que un 1-0 frente a los merengues solo es definitivo tras el pitido final. Y el Barça demostró seguir con apuros en el gol, a pesar de Lewandowski, Ansu, Raphinha, Dembélé y todo lo que puso Xavi sobre el tapete.
Por cierto, con el 0-0 ante el Rayo, el técnico de Tarrassa ya ha sumado su primera 'temporada' de 38 encuentros y la estadística le sale horrible: ha ganado apenas 20 de esos duelos (un 52,6 por ciento), peor que el 58 por ciento de Koeman, el 64 por ciento de Setién o el 67 por ciento de Valverde en el mismo período... estadísticas que certifican que al Barcelona le está costando horrores superar la era post-Messi. 

En cabeza

Atlético, Betis y Villarreal son los tres primeros líderes del campeonato con un patrón similar: un 3-0 ante rivales claramente inferiores y un bigoleador sobre el campo. El 'Atleti' con un tipo como Morata, que busca su tercera, cuarta o décima redención ante la crítica; el Betis, con ese 'artillero extraño' llamado Juanmi, que explotó a los 28 (20 tantos el pasado curso) y que ha empezado recordándolo todo; y el Villarreal, con otro fruto de su prolífica cantera, Alejandro Baena, un medio de 21 años que fue clave en el ascenso del Girona (estuvo cedido) y ya ha convencido a Emery. Por cierto, si quieren algún 'outsider', un candidato inesperado hacia posiciones de privilegio, apunten al 'submarino': llega a la 22/23 como un tiro.  

'Penaltito'

Los colegiados fueron claros: los «penaltitos» (así los denominaron) desaparecerían; contactos mínimos, manos grises, jugadas tontorronas que el pasado año se confundieron en el VAR, ya no tendrían trascendencia en el resultado. La primera cita del curso se decidió en un 'penaltito'. Mal empezamos.