En la tarde de ayer en el "Centro Cultural Artístico Alfarería Pedro Mercedes", el Aula Poética de Cuenca ha homenajeado al gran poeta Antonio Machado, con motivo del 83º aniversario de su muerte en Colliure, ciudad francesa donde llegó junto a su madre el 28 de enero de 1939, falleciendo ambos poco tiempo después, el poeta el 22 de febrero y su madre el 25 de febrero de ese mismo año.

El Aula Poética ha querido unirse de esta forma, a los actos celebrados en Colliure el día 22, llevando a cabo un recital poético sobre la poesía del poeta por antonomasia de las letras españolas.

El acto, conducido por Carlos Solano Oropesa, coordinador del Aula Poética y organizado en esta ocasión con gran acierto, por la pintora Carmen Orellana, ha contado con una gran presencia de poetas del Aula que han recitado con emoción poemas de las diferentes etapas de la poesía machadiana.

Carlos Solano ha glosado la vida y la obra del poeta, dando paso a José Ma. Martínez que ha interpretado brillantemente la Saeta, uno de los poemas de Machado musicados por Serrat. A continuación los integrantes del Aula han opinado sobre lo que era para ellos la figura de Machado en su forma de ver la poesía y han recitado los poemas seleccionados para la ocasión, amenizado en su intermedio por el cantautor Rizos con una de sus canciones.

Miguel Romero ha aportado algunos datos de Machado en relación con Cuenca, ciudad a la que estuvo a punto de venir como profesor de francés y a la que no llegó por algunas trabas de última hora cuando ya había permutado la plaza con otro profesor de Baeza. Nos perdimos al gran poeta.

El acto terminó con la música de José Ma. Martínez y la interpretación de "Caminante no hay Camino", coreado por el numeroso público asistente.

Hermoso y brillante recital llevado a cabo en un acogedor y emblemático lugar, en el que los poetas José Ma. Martínez, Jesús del Peso, Elena Marín, Miguel Romero, María José González, Félix Gimeno, Julio Albendea, José Sanz, María Teresa Pulla, Mari Luz Abanades, Luis Díaz, Pepe Martínez, Eduardo Olalla, Luismi Solano, Carmen Orellana y Carlos Solano, han puesto la palabra y la emoción para honrar con todo merecimiento, la memoria de uno de los más grandes poetas de las letras hispanas.