'Noticia de un secuestro', de las letras a la pantalla

SPC
-

Uno de los títulos más importantes de Gabriel García Márquez relata el calvario de un grupo de personas que fueron secuestradas en la década de los 90 por narcotraficantes colombianos

Umaña (c) se mete en la piel de la exministra de Educación colombiana Maruja Pachón.

Gabriel García Márquez relató con destreza en su novela Noticia de un secuestro lo que vivieron las familias de personajes como Maruja Pachón y Diana Turbay cuando fueron secuestradas por narcotraficantes en 1990 y esa obra, un reflejo de la violencia en Colombia, llegará a la televisión mundial en forma de serie.

Con el mismo título de la novela del Nobel colombiano, la producción saldrá al aire el próximo viernes en la plataforma Prime Video, dirigida por el chileno Andrés Wood y protagonizada por los colombianos Cristina Umaña, Juan Pablo Raba y Majida Issa.

La historia está ambientada en la Bogotá de 1990 cuando Pachón y su cuñada Beatriz Villamizar fueron secuestradas por Los extraditables, un grupo de narcotraficantes liderados por Pablo Escobar, para presionar al entonces presidente de Colombia, César Gaviria, a revocar el tratado de extradición con Estados Unidos.

Raba intepreta al excongresista Alberto Villamizar, el marido de Pachón. Raba intepreta al excongresista Alberto Villamizar, el marido de Pachón. En la producción televisiva de Noticia de un secuestro también trabajó como productor el cineasta Rodrigo García Barcha, hijo de García Márquez.

Umaña, que protagoniza la serie al interpretar a la exministra de Educación colombiana Maruja Pachón, asegura que «el reto fue inmenso» porque nunca «había tenido la oportunidad de dar vida a una personalidad que exista y más en un contexto tan doloroso, como el de esta historia que es una historia real».

«Es una historia que fue muy trágica para las víctimas. Entonces sí sentía un compromiso y una responsabilidad muy importante, y la necesidad de ser profundamente honesta y respetuosa ante los hechos», explica la intérprete, que ha aparecido en otras ficciones como Narcos, Distrito Salvaje o La casa de las flores.

En esa misma línea, Raba califica la experiencia como emocionante, pues se tuvo que meter en la piel del excongresista Alberto Villamizar, esposo de Pachón, y sintió que había mucho material para interpretarlo, en buena parte por lo detalladas que solían ser las descripciones de García Márquez.

«Uno de los grandes motores de la historia es esta historia de amor, que fue muy apasionada, pasional, en la vida real, y cómo hacíamos para contarla desde dos lugares completamente diferentes», asegura Raba en referencia a la preparación de los personajes, que fue durante la época de la pandemia de COVID-19.

Este aspecto también fue una tarea exigente para Majida Issa, quien interpreta a Diana Turbay, periodista e hija del expresidente Julio César Turbay (1978-1982) que murió en la operación militar en la que iba a ser rescatada.

«Es un caso histórico en Colombia, una época que nos marcó un antes y un después en la historia del país», afirma la actriz, que agrega que se dedicó a profundizar en su personaje por «la responsabilidad con sus seres queridos y con sus familias».

«Ese es un mérito y tratar de hacer un trabajo con nuestra intuición, pero haciendo un real homenaje y respetando lo que vivieron sus familias, que era realmente una preocupación muy grande».

El nivel de detalle que el escritor Gabriel García Márquez solía tener en sus libros, con descripciones muy precisas que le permiten a los lectores imaginarse cómo van sucediendo los hechos, fue, en palabras de Wood, «una fuente muy rica a la hora de interpretar».

«Trabajar sobre una novela de García Márquez, un libro particular, es muy sentido y es muy actual, no solo los hechos particulares, sino quizás porque está retratada una humanidad que nosotros quisimos traer acá y eso siempre va a ser actual», afirma.

Retratar la humanidad

Justamente, la serie busca retratar la humanidad de los protagonistas, sus sentimientos y también sus acciones basadas en el libro, que no intenta copiar sino interpretar.

«Darme cuenta del sentido de hacer esta interpretación del libro me dio una cantidad de energía que le da todo el sentido del mundo a este oficio, a la ficción, a contar historias. Yo siento que esto fue un regalo para nosotros, pese a que podemos estar contando una historia dolorosa, es muy universal», valora Wood, que ganó el Premio Goya a la mejor película iberoamericana en 2009 con el filme chileno La buena vida.

Así pues, la obra de García Márquez vuelve a la pequeña pantalla con esta producción que se grabó íntegramente en Colombia.

También fue una oportunidad para todos los actores que participaron en el rodaje, como revela Umaña, de «reconocer ese dolor que estaba guardado y que no sabíamos que existía», pues los hechos que relata la historia estremecieron a un país que ya estaba asfixiado en esa época por la violencia.

«Reconocer ese dolor dentró de mí me hace reforzar lo colombiana que soy, pertenecemos a este país con todo lo bueno, pero también con todo lo doloroso, porque ese dolor habita y yo no lo puedo evitar, así quiera. Es algo que me pertenece por haber crecido aquí y ser parte de esta cultura», concluye Umaña.