El retiro musical de Mota del Cuervo

I.M.
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Nolasco Contreras y Jimena Quejigo montan en su localidad natal un estudio de grabación profesional diferente con alojamiento incluido y con las comodidades de lo rural

Nolasco Contreras y Jimena Quejigo, gestores del Flower's Cavern Studio. - Foto: Cedida

Nolasco Contreras y Jimena Quejigo son dos jóvenes de Mota del Cuervo y que, al igual que pasa con otros muchos, al terminar el instituto dejaron su localidad natal para irse a estudiar fuera, en concreto a Valencia, y de paso complementar su formación musical, pues ambos son músicos, además, de técnico de sonido en el caso de él, y de ingeniera de informática, en el caso de ella.

En Valencia, asimismo formaron el grupo Gatomidi con el que no sólo han llevado su música por diferentes puntos del país y por los principales festivales nacionales, sino que, además, han recibido numerosos premios y el próximo día 16 actuarán en la propia Mota, en Los Molinos, en el año de su décimo aniversario.

Después de estar durante 15 años en Valencia en el 2014 se irían a Madrid, pero por cosas del destino y por temas económicos, llegó un momento en que «nuestra ilusión por habilitar nuestro estudio de grabación profesional y competitivo en nuestro propio pueblo y con alojamiento en ese mismo lugar para los músicos durante el tiempo que estuvieran en Mota, se hizo realidad. Y, todo ello, además, en un entorno próximo a la naturaleza y a los vecinos y a su vez dentro en un ambiente moderno y dinámico, similar, por ejemplo, al estudio inglés, al retiro rural en donde en su día Qeen grabase su Rapsodia Bohemia».

Así es cómo a finales del 2018 llegan a su Flowers’ Cavern Studios de Mota y a sus 200 metros cuadrados acústicamente diseñados para lograr un sonido de alta calidad. Desde aquel entonces por este estudio, diferente a lo que se ofrecía, han pasado desde aquellos, comenta Contreras, que van buscando el sonido de nuestra banda, el indie rock, hasta los que se mueven en otros tipos de música como rap, pop o heavy. Llegan desde Valencia, Madrid, Galicia o Granada y van a Mota movidos por el boca a boca, por las redes sociales, por la recomendación de alguien que ha estado o simplemente porque han escuchado algo que se grabó allí y les gustó el sonido. Este estudio lo que les ofrece es grabación, mezcla, mastering, producción, además de ayuda en la composición de las canciones y acompañamiento musical.

«Si lo que quieren grabar es un LP al uso de 10 canciones pueden estar con nosotros una semana y si optan por un EP con tres, cuatro o cinco canciones, están, más o menos, un par de fines de semana, pero también los hay que están más tiempo. La pandemia es cierto que ha sido un frenazo gordo, pero a pesar de ello, hemos sobrevivido como hemos podido y aquí estamos», concluye diciendo.