Contra la pobreza energética

R.L.C.
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El proyecto 'Moviéndonos por el ahorro energético' de Cruz Roja ayudó durante el año pasado a un total de 46 familias de diez localidades diferentes de toda la provincia.

Entrega de kit energéticos tras uno de los dos talleres que se llevaron a cabo a finales de 2022 para 13 familias en la asamblea local de Tarancón. - Foto: CRUZ ROJA

Que hay familias de la provincia con bajos ingresos que tienen que elegir entre comer o encender la calefacción, y que la cifra va en aumento debido al contexto de crisis actual, es una realidad especialmente palpable para los profesionales y voluntarios que desarrollan Moviéndonos por el Ahorro Doméstico de Cruz Roja en Cuenca. 

«Es un proyecto que desde el departamento de Medio Ambiente se lleva a cabo a nivel nacional, pero claro no es igual la pobreza energética en una provincia como la nuestra, con las bajas temperaturas que en invierno se registran y otros factores, que en otras del país», apunta Lola Porras, técnico de Cruz Roja Cuenca, que pone el acento en la importancia de que el consumo sea responsable e eficiente, «tanto por el ahorro doméstico como por el impacto medio ambiental». 

A través de esta iniciativa, esta organización humanitaria ayudó el año pasado a 46 familias (personas mayores o en situación de extrema vulnerabilidad) con serveros problemas para asumir el coste de su factura energética y/o cuyas condiciones de habitabilidad de la vivienda no garantizaban unos mínimos de confort energético. De esta forma, consiguieron contribuir a mejorar el consumo y la eficiencia energética de casi medio centenar de hogares conquenses en diez localidades de la provincia (Cuenca, Mota del Cuervo, Alcantud, Tarancón, Horcajo de Santiago, Fuente de Pedro Naharro, Casas de Fernando Alonso, El Provencio, San Clemente y Las Pedroñeras). 

Las familias usuarias de este proyecto, que sigue con fuerza este 2023, se detectan  en muchos casos porque tienen problemas como no poder pagar la factura de la luz o vivir en un piso de alquiler con radiadores eléctricos que no pueden encender. El primer contacto es por teléfono, después con la herramienta virtual Enerson se analiza la situación socioeconómica del hogar para detectar las necesidades y reunir una serie de datos, también de la vivienda. Con todas esas pistas, el siguiente paso es convocar un taller donde los usuarios acuden con sus facturas, para enseñarles a ahorrar y entregarles un kit energético.

«Por ejemplo, ajustar la potencia, la parte fija de la factura de la luz, a lo que necesitas, ya supone en muchos casos bajar la factura de la luz, muchos no saben que tienen derecho a solicitar el bono social, eso sí nosotros lo que damos es la información, el asesoramiento, ayudamos, pero no lo tramitamos», aclara Lola Porras, que insiste en como aplicar unas buenas prácticas en el hogar para reducir el consumo de energía, y por ende las emisiones de dióxido de carbono en beneficio del medio ambiente, «son compatibles y deberíamos hacerlo todos, no solamente las personas más vulnerables». En este sentido, expone como cada pequeño gesto cuenta, y repercute en el bolsillo y en la lucha global contra el cambio climático. 

Burletes para las ventanas o para debajo de la puerta de la calle, para evitar que entre el aire; bombillas de bajo consumo, en sustitución de las antiguas incandescentes; perlizadores para los grifos, para regular la cantidad de agua que sale; reflectores para los aparatos de calefacción, para evitar que el calor se vaya hacia afuera; o láminas para los cristales simples y regletas para enchucar y desenchufar varias cosas a la vez, son entre otros algunos de los objetos que se entregan a los usuarios de Moviéndonos por el Ahorro Doméstico. Además de este kit energético, a veces se compran edredones o incluso se contempla alguna rehabilitación de la vivienda, como arreglar una ventana rota. 

Según la responsable de este proyecto en Cuenca, esta ayuda se hace imprescindible cada vez para más familias, pero además remarca que, por una cuestión económica y medioambiental, «todos debemos ser conscientes de que tenemos que ser más eficientes y responsables a la hora de utilizar todo lo que tenemos en casa, independientemente de que podamos pagarlo o no». De ahí que este movimiento por el ahorro doméstico de Cruz Roja se centre tanto en dotar de herramientas para el ahorro energético, y ayudar a reducir el consumo de luz, agua y gas ante situaciones de pobreza energética, como también en el fomento de conductas respetuosas con el entorno a través de una gestión sostenbile en el hogar.