El resurgir de viejos fantasmas

EFE
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La matanza cometida por las tropas rusas en Bucha recuerda a las masacres en la guerra de los Balcanes o el conflicto de Chechenia

El resurgir de viejos fantasmas - Foto: ZOHRA BENSEMRA

La matanza en la localidad de Bucha, próxima a Kiev, trae a la memoria masacres acontecidas durante la guerra de los Balcanes o el conflicto de Chechenia, donde se produjeron la mayoría de los episodios de este tipo vividos en Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

El acontecimiento más grave ocurrió en la localidad bosnia de Srebrenica, protegida por cascos azules holandeses de la ONU. Tras un asedio que se prolongó durante dos años, la zona fue ocupada el 11 de julio de 1995 por tropas serbobonsias: más de 8.000 personas fueron asesinadas y enterradas en fosas comunes, en el único episodio en Europa reconocido por la Justicia como genocidio desde 1945. El papel de los militares neerlandeses fue siempre cuestionado, y en 2019 el Supremo de Holanda dictaminó que el país había sido responsable «en un 10 por ciento» de la muerte de 350 hombres.

Cuatro años antes de aquella masacre, el 18 de noviembre de 1991, la localidad croata de Vukovar cayó en manos del Ejército serbio-yugoslavo. Después de conquistar la ciudad, los serbios sacaron a dos centenares de ciudadanos que se habían refugiado en un hospital local y los trasladaron a una granja situada en Ovcara, donde los golpearon durante horas antes de asesinarlos a tiros. Al menos otras 300 personas desaparecieron. 

También en 1999 las fuerzas serbias dieron muerte a 45 albano-kosovares alegando que se trató de una operación de su Policía antiterrorista y que los fallecidos eran combatientes del UCK. Sin embargo, el jefe de la misión de la OSCE para Kosovo, William Walker, visitó Racak un día después y, al ver los cadáveres, acusó a las autoridades serbias de haber cometido una matanza deliberada de civiles. La investigación no pudo confirmar la versión de que las víctimas fueran combatientes, aunque se descartó que hubieran sido objeto de tortura. No obstante, las muertes provocaron un giro radical en la actitud internacional hacia Kosovo, que culminó con los bombardeos sobre Yugoslavia.

Durante la guerra de Chechenia, librada por Rusia contra los rebeldes separatistas, Human Rights Watch denunció varias matanzas cerca de Grozni. En diciembre de 1999 se produjo la de Aljan Yurt, donde murieron 40 civiles. En enero siguiente, el barrio de Staropromislovski fue escenario de otra masacre y en la localidad de Aldi se produjo la tercera en el año 2000. En total, los militares ejecutaron a sangre fría a más de 130 personas.

En la guerra en Osetia del Sur, librada por tropas georgianas y rusas en 2008, Aministía Internacional denunció diversos crímenes. En la noche del 7 al 8 de agosto, durante el asalto de las tropas georgianas a Tsjinval, docenas de civiles fueron asesinados.