La mítica Cueva del Boquerón

Jonatan López
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El presidente de grupo Lobetum, Enrique Valero, analiza un detallado estudio espeleológico de la Agrupación GET de Madrid que confirma que la cavidad tiene 5.362 metros de longitud y es la segunda mayor de la provincia

La mítica Cueva del Boquerón - Foto: David Pasarón

No hay mejor recompensa para un espeleólogo que descubrir el interior de una cavidad, investigar su interior y delimitar los secretos que guarda ocultos bajo sus pies. Si la cueva en cuestión ha sido estudiada durante los últimos 60 años y es una de las más conocidas de la Serranía conquense, el hallazgo es mucho más importante. Ya se sabía que el tipo de terreno calizo de Cuenca era un auténtico paraíso para los aficionados a la espeleología, que la provincia albergaba numerosos misterios en el subsuelo y, ahora, gracias a la labor de varios grupos históricos de espeleología, salen a la luz las conclusiones que sitúan a la provincia como uno de los territorios explorados con mayor riqueza geológica.

Precisamente, hace unas semanas se publicó el libro Cueva del Boquerón. Más de 60 años de exploraciones, editado por los espeleólogos de la Agrupación GET de Madrid, «verdaderos artífices y titulares históricos de su exploración desde 1980», cuenta el presidente de la histórica asociación conquense de espeleología Lobetum, Enrique Valero.

El estudio «contiene las necesarias descripciones técnicas, plano, buenas fotografías, estudio geológico de la zona kárstica de Tierra Muerta (Buenache de la Sierra, La Cierva y Beamud)», y no faltan tampoco «las topografías, localizaciones y los estudios de otros 70 lugares de interés espeleológico, que rodean o influyen en el drenaje de la extensa plataforma kárstica hacia las galería de la gran cavidad». Entre ellas cabría citar: «la legendaria Sima de Tierra Muerta, el peligroso Sumidero de Acebreiros, la profunda Sima de la Sabina, o a la ‘escurridiza’ Sima del Cañizo Pelele», enumera Valero.

La mítica Cueva del BoquerónLa mítica Cueva del Boquerón - Foto: A. Sánchez (GET)Río subterráneo. Y es que las páginas de este libro guardan «un verdadero estudio espeleológico, donde se describen todas las exploraciones llevadas a cabo en la mítica cavidad de nuestra Serranía. Desde que en 1958 el grupo conquense Celtiberia comenzara su exploración, hasta los últimos y duros ataques hacia el lejano tercer sifón de la cueva, muchas expediciones se han llevado a cabo», apunta el veterano espeleólogo, que desvela que «el río subterráneo que resurge cada invierno al valle no ha puesto las cosas fáciles a los exploradores. Sifones, meandros embalsados y largas horas de frío son el ejemplo de algunas de sus características». El Boquerón es, en la actualidad, «la segunda mayor cavidad de toda la provincia, con 5.362 metros de longitud, solo superados por el fabuloso Sumidero del Embasado –mal llamado siempre Embalsador– de Santa María del Val».

Esta gran monografía «no adolece de buena bibliografía, citas e informes primordiales que lo complementan, como las exploraciones de los grupos Querneto y Almusent de Madrid, o de los conquenses Celtiberia, Onza, Gehyp, GAES y Lobetum, tanto en El Boquerón como en algunas simas cercanas».  

La mítica Cueva del Boquerón
La mítica Cueva del Boquerón - Foto: F. Villaverde (GET)
Además, cuenta con las grandes colaboraciones de los espeleólogos llegados de otros importantes grupos como Gaem, Geoda, Flahs, Geget, Secja, Xtrem, SEII, Geológica, o la propia Lobetum de Cuenca», expone Valero, que recuerda que el libro, es en realidad «el cuarto en materia espeleológica que se publica de nuestra provincia en exclusiva». El primero «fue el del profesor Juan Giménez de Aguilar en 1932 (Tierra Fragosa. La Región Kárstica Conquense); el segundo, en 1978, «lo editó el Comité Castellano Centro de Espeleología, con los datos que le íbamos proporcionando sobre nuestras exploraciones (Avance al Catálogo de Cavidades de la Provincia de Cuenca); el tercero, en 1988, (Cavidades de Cuenca. Muela de la Madera/ Lobetum); y el cuarto el que ahora presenta GET».

Lobetum inspecciona en la actualidad el Pozo Mastín. El grupo Lobetum, que este año cumple su 43 aniversario, continúa sus descubrimientos no lejos de la Cueva del Boquerón, pero en otra zona kárstica, en el Pozo Mastín. «Quizá es el mejor momento de nuestra existencia; por ello, no podemos olvidar nunca a los compañeros de exploración que un día nos dejaron: Luis Gabriel, Vitejo, Liebre, Forro, Fernando. Sus nombres designarán grandes espacios subterráneos por contemplar a próximas generaciones, en nuestra impresionante, desconocida y fragosa Serranía de Cuenca», declara Enrique Valero.