Me vuelvo al pueblo... pero con una condición

Agencias
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O dos. La falta de ganas no impide a los jóvenes instalarse en zonas rurales, sino la carencia de servicios como un internet veloz o una Sanidad y Educación que responda a sus necesidades

Ya nadie juega en los columpios de Magaña. - Foto: Eugenio Gutiérrez

Arreglar el problema de la España vaciada y fijar población joven en los entornos rurales no es cuestión de un abracadabra, sino de inversión. Mejorar el acceso a las tecnologías de la información e invertir en Sanidad y Educación son dos de las premisas para que los jóvenes que desean quedarse a desarrollar sus proyectos de vida en sus pueblos puedan hacerlo y de las que los políticos solo parecen acordarse en campaña electoral.

Estas demandas son tan recurrentes como comprensibles y así se pone de manifiesto en los informes que salen a la luz cada vez que, se habla de la despoblación en estas zonas tan extensas ya en el país. Uno de esos documentos es el que bajo el título La Juventud es más que una palabra, de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), ha desarrollado para clamar por estos servicios, porque muchas veces no es por falta de intención de las nuevas generaciones sino por la escasez de oportunidades que los pueblos les ofrecen.

En este informe se explica que hay un «interés generalizado» de muchos jóvenes por quedarse en los municipios donde están sus raíces, pero se encuentran barreras como las dificultades de acceso al empleo y a la vivienda, las peores conexiones y, especialmente, unos servicios básicos deficientes.

En Matalebreras están deseando tener niños en la localidad. En Matalebreras están deseando tener niños en la localidad. - Foto: Eugenio GutiérrezEl contexto actual es el ideal para la repoblación pues tras la pandemia se ha puesto de manifiesto la insostenibilidad de la vida en las grandes ciudades, toda una oportunidad para «contribuir a motivar a que las personas que desean desarrollar sus proyectos de vida fuera de las grandes urbes, puedan hacerlo», reza el informe.

Tecnología de calidad

Si hay un denominador común en todos los aspectos que bloquean las expectativas en el entorno rural es la conectividad pues, como recoge el estudio, las denominadas «nuevas tecnologías» son «imprescindibles» para la vida diaria de las personas, sin embargo, estos servicios «no llegan por igual a todos los territorios».

Y es que, a pesar de los avances realizados, la brecha digital continúa y «son necesarios esfuerzos que contribuyan a garantizar la calidad, rapidez y capacidad» de las telecomunicaciones en el entorno rural. Esta carencia afecta al resto de los objetivos, como mejorar el acceso al empleo, pues son precisamente el uso de las nuevas tecnologías y el emprendimiento las dos soluciones que se aportan para desarrollar oportunidades de trabajo y uno de los pilares para construir un nuevo mercado laboral.

En Aldealpozo hay pocas casas abiertas.En Aldealpozo hay pocas casas abiertas. - Foto: Eugenio GutiérrezSin esta premisa, tampoco llegarán los nómadas digitales, personas normalmente jóvenes que desarrollan su actividad económica a través de internet y que pueden consolidarse como un actor fundamental del desarrollo del medio rural. Además, la falta de acceso a internet supone una gran barrera para que el tejido empresarial de este entorno, caracterizado por la prevalencia de pequeñas y medianas empresas, pueda competir en igualdad de condiciones con las grandes organizaciones establecidas en zonas urbanas.

El estudio lamenta que no haya indicadores numéricos que permitan elaborar una imagen general de la red de sistemas de salud en el medio rural español. Las propuestas en este aspecto son claras: fortalecer los centros de atención especializada y de atención primaria y, de cara a los jóvenes, implementar los programas que más demandan, como los de salud sexual y reproductiva, mental y promoción de una vida saludable.

En el caso de la formación, se considera «fundamental» establecer una correcta oferta educativa y de calidad. Por eso, se proponen distintas soluciones en todos los niveles, desde dotar a las escuelas rurales de los recursos necesarios y evitar su cierre hasta identificar las necesidades económicas de cada una de las zonas y ofrecer módulos de formación profesional específicos, además de acercar las universidades.