Ilusiones de cofrade

R.L.C.
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Con 26 años Jorge Saiz pregona este sábado la Semana Santa de Tarancón, declarada de Interés Turístico en Castilla-La Mancha.

Jorge Saiz tocará en Semana Santa con la banda de Tarancón y con la de la Archicofradía del Paso y la Esperanza de Málaga. - Foto: R.L.C.

Hay que vivir la Semana Santa al completo, desde los actos litúrgicos y las procesiones, y hasta el final, rememorando la Pasión y Muerte de Jesucristo, pero celebrando también la Resurrección. Es la recomendación de Jorge Saiz Moratalla, que con 26 años de edad este sábado pregonará la Semana Santa de Tarancón, declarada de Interés Turístico en Castilla-La Mancha. 

«Para mí la Semana Santa lo es todo, es de donde parte mi fe, donde me he criado, viendo los preparativos en la iglesia desde niño, ya que vivo muy cerca, las procesiones, y luego ya como organista del coro de San Víctor y Santa Corona pues descubrí la esencia de las celebraciones litúrgicas», cuenta este joven cofrade taranconero, miembro de la Hermandad de San Juan, y colaborador desde niño de la Hermandad de la Soledad, especialmente el Jueves Santo en el momento de la colocación de los claveles el Jueves Santo. «Estuve año y medio decidiendo a cuál me apuntaba, pues me gustaban las dos. No he tenido vínculos familiares con cofradías de Semana Santa, como les pasa a otras personas, yo fui el primero en casa que decidí ser de una hermandad», recuerda Jorge Saiz, graduado en Historia del Arte, que en su pregón reflejará sus ilusiones cofrades desde las muchas facetas en que, a pesar de su juventud, vive esta tradición.

Empezó desfilando en las filas, luego portando el banderín de la banda y al tener año de estar en su hermandad ya tocaba el tambor. Una de sus ilusiones era portar a la Virgen de la Esperanza con San Juan, por lo que en cuanto tuvo altura para ser bancero, aprovechando que el Viernes Santo a su hermandad la acompaña la banda del Cristo del Amor, «con 15 años o así me ya me metí debajo del trono», indica. Con formación como guía turístico de su ciudad, miembro del colectivo juvenil Olimpiada de la Paz desde hace doce años, está en la agrupación musical Nuestra Señora de Riánsares desde 2018, toca la flauta travesera. «Me estrené como músico de la banda en la Semana Santa de 2019, que estuvo pasada por agua, recuerdo con ilusión la procesión del Domingo de Resurrección, fue todo un acontecimiento que la banda volviera a tocar», apunta este polifacético conquense, que tiene entre sus aficiones la de vestir imágenes. Disfruta practicando con las esculturas a pequeña escala que tiene en casa y ya ha tenido el privilegio de vestir al Jesús de la Oración en el Huerto de su cofradía. «El día que pueda vestir a la Virgen de la Esperanza ya puedo morir tranquilo, te vinculas a una hermandad y ser vestidor supone también mucho, estás junto a sus imágenes», explica Jorge Saiz , que confiesa que frente a la emoción contenida y el recogimiento característico de la Semana Santa de Tarancón, por su carácter expresivo también disfruta mucho de las procesiones de otros lugares, como Málaga, ciudad a la que está vinculado desde niño por pasar allí las vacaciones estivales.  

«Desde niño en la tele me encantaba ver las procesiones de otros sitios, sobre todo en Andalucía, y poder tocar detrás de La Esperanza en la procesión Magna de Málaga del año pasado fue cumplir otra de mis ilusiones», explica este semanasantero, que el Lunes Santo tocará en Málaga tras la Virgen de los Dolores del Puente y el Martes Santo con la del Rocío, La Novia de Málaga, con la banda de la Archicofradía del Paso y la Esperanza. En Tarancón no faltará a su cita con el resto de procesiones, que vivirá como músico. 

La Pasión Viviente, los ritos del Entierro de Cristo y Los Armaos, o la visita al Monumento Eucarístico... Para Jorge Saiz es difícil quedarse con un momento de la Semana Santa de Tarancón. La bajada de San Juan por la Cuesta de la Iglesia, con los aplausos de la gente cuando al terminar lo bailan, es uno de los más especiales que vive de su hermandad. Y entre los más impresionantes, de los que invita a disfrutar a vecinos y visitantes, cuando la Virgen de la Soledad entra, tanto el Jueves como el Viernes Santo en la plaza de la Constitución. «La plaza en silencio, de repente se oyen los varales del palio como chocan contra las bambalinas y la banda de música tocando», describe este profesor (en la actualidad en el colegio madrileño Nuestra Señora de las Escuelas Pías), que a raíz de ser articulista desde 2015 del programa oficial de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías descubrió «el gran potencial patrimonial de nuestra Semana Santa, la apuesta de las cofradías por contar con imágenes de calidad, suelo centrarme en la parte iconográfica para explicar la simbología de lo que vemos». Aunque al principio no se lo creía, con ilusión y responsabilidad afronta el reto de ser pregonero, este 9 de abril a las 21 horas en la iglesia de la Asunción. 

No faltará la música, la ayuda de representantes de todas las cofradías. Anticipa que sorprenderá al contar su historia cofrade, la de un joven que de niño admiraba la labor de las hermandades y las imágenes de su pueblo, alimento de su fe a base de ilusiones cumplidas.