La brecha digital es uno de los asuntosmás candentes de la actualidad. Preocupa, y mucho, que la imparable digitalización aparte sin piedad del sistema a varias generaciones que nunca han convivido con la tecnología y, por lo tanto, desconocen por completo su funcionamiento. El problema es todavía más grande cuando tienen la obligación de adquirir ciertos conocimientos, aunque sean básicos, si quieren estar en sintonía con el resto de mortales y completar los trámites administrativos, como mínimo. Para combatir este importante asunto se están impartiendo infinidad de cursos con la intención de no dejar a nadie atrás, pero es un recorrido lento.

Si bien, es cierto que la Asociación Provincial de Pensionistas y Jubilados de Cuenca 'San Julián' (UDP) lo está consiguiendo mediante un proyecto piloto sin precedentes y que puede marcar un punto de inflexión para el resto de provincias de España. Este colectivo, que aglutina a 184 asociaciones locales y un total de 22.000 personas asociadas, percibió en plena pandemia «una falta de comunicación entre los municipios de la provincia e incluso no se conocían entre ellos», expresa Justo Mora, vicepresidente de la asociación. Es por ello, que se pusieron en marcha, junto al apoyo económico de la Diputación, para dar forma a «una página web que sirviera como espacio informativo para todos», apunta Mora. Pero para que los asociados puedan comprender cómo es este portal web y enriquecerse del mismo, es necesario que cada presidente de cada asociación local entienda el mecanismo previamente, y actúe después como mentor. Así, el vicepresidente explica cómo se les hace entrega a cada uno de estos representantes de una tablet «totalmente configurada» para recibir «información pública, hacer viajes, realizar videoconferencias, ver subvenciones, visualizar numerosos tutoriales o participar en cursos», entre otras funciones. Ya que con este dispositivo podrán acceder a la web de la asociación, creada a propósito para este proyecto y que dispone de un sinfín de opciones. 

La asociación está llegando al final de la primera fase, que terminará cuando todos los presidentes tengan su tablet, y a partir de ahí darán paso a la siguiente fase, que es la familiarización y la realización de cursos de forma presencial. «Todos nuestros asociados podrán usar la tablet y navegar a través de la web donde encontrarán muchísima información de un valor muy valioso», incide Mora, que al mismo tiempo confía en que las personas «podrán hacer en un futuro sus propias solicitudes de subvenciones, así como otros trámites, que se les explicará mediante exhaustivos tutoriales». Hasta el momento es esta asociación provincial la que se encarga de las labores de registro de subvenciones y peticiones, así como cualquier gestión, ya que «en las administraciones no se puede realizar físicamente los trámites como se hacía antes», subraya el vicepresidente de la asociación provincial de pensionistas y jubilados. Además, mediante esta tablet y la página web podrán informar a la asociación provincial de las necesidades que surjan en el día a día y solicitar así la llegada al municipio de expertos en diferentes materia, «ya sea en temas sanitarios, informáticos o de cualquier índole», pero lo importante «es que podrán solicitarlo de forma digital, que es nuestro principal objetivo», subraya Mora.

Así, los más de 22.000 jubilados y pensionistas conquenses tendrán una opción única de dar un paso al frente y poner freno, por sí mismos, a la brecha digital. Los presidentes de las asociaciones locales serán los primeros en conseguirlo, ya que cada uno tendrá su propia firma digital, tal y como requiere la administración para la gestión de cualquier documento. «Estamos apoyándoles en este proceso con nuestro informático para que cada uno de los 184 tenga su propia firma digital», expresa Mora, que recalca que el proceso para conseguirlo «conlleva cumplir con varios procesos». 

Sin duda, un proyecto que marcará un antes y un después en la provincia de Cuenca y que permitirá a un altísimo porcentaje de conquenses involucrarse en la digitalización que, guste o no, llegó para quedarse.