«Podemos llegar a lo de marzo y abril en muy pocas semanas»

Leo Cortijo
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Con mando firme, la delegada de la Junta de Comunidades en Cuenca se prepara para los próximos días, en los que cabe esperar que el toque de queda y el cierre perimetral de la región, entre otras medidas, surtan el efecto deseado

«Podemos llegar a lo de marzo y abril en muy pocas semanas» - Foto: Reyes Martí­nez

María Ángeles Martínez es una de las encargadas de guiar el timón del barco frente a la pandemia. Desde marzo, es una lucha sin cuartel. Viene de nuevo marejada y eso ha obligado a replegar velas para endurecer las restricciones que pongan coto al coronavirus. Con mando firme se prepara para los próximos días, en los que cabe esperar que el toque de queda y el cierre perimetral de la región, entre otras medidas, surtan el efecto deseado.

- Imagino que los últimos días han sido maratonianos, sobre todo con la reunión con Madrid y Castilla y León para tomar medidas...

- El trabajo de estos días y esa reunión se ha traducido en la publicación de un decreto para contener la propagación del virus con medidas muy específicas. Vamos a limitar la liberad de circulación de las personas en horario nocturno. Vamos a limitar la entrada en nuestra comunidad, y es que sabemos que las decisiones que se toman en un sitio pueden afectar de manera muy importante a los territorios vecinos. Eso es lo que queremos evitar. También vamos a limitar a seis el número de personas en espacios públicos y privados si no son convivientes. Así será, al menos, hasta el 9 de noviembre para proteger a los ciudadanos.

- Antes de entrar en detalles, no sé si tiene la misma sensación que yo. A ver qué le parece: ¿No cree que hemos vuelto, al menos en parte, a la casilla de salida?

- Tengo una sensación de vértigo otra vez. Un vértigo por el que ya he pasado y por el que hemos sufrido todos mucho. He visto sufrir mucho a los sanitarios... eran momentos de angustia y tengo ese miedo que no quiero volver a repetir. He visto, en un momento determinado, escasez de materiales y de recursos, y aunque eso ahora mismo no nos va a pasar porque nos hemos provisto, es verdad que los profesionales sanitarios están muy agotados. Por eso te digo que tengo ese vértigo a que no aguante el sistema, especialmente los profesionales. Por eso ruego que cumplamos las medidas de prevención, porque está en nuestras manos. No podemos dejarlo todo en manos del sistema sanitario, también tenemos que actuar nosotros.

- No sé si ya hemos regresado a la situación de marzo y abril. Si no es así, ¿hay margen de maniobra?

- Actualmente no estamos como en marzo y abril, pero es verdad que podemos derivar en esa situación en muy pocas semanas. Estamos viendo las consecuencias de lo que fue el Puente del Pilar o las ‘no fiestas’ en muchos de nuestros pueblos. Por lo tanto, vemos cómo esa relajación social deriva en una alta tasa de contagios. Las instituciones podemos comprar muchas PCR, muchos EPI y contratar a muchos sanitarios, pero como los ciudadanos no seamos conscientes de que tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos, no saldremos nunca.

- El mejor termómetro para analizar la incidencia del virus es la presión en el hospital. ¿Cómo está la situación en este momento?

- Vamos a decir que es una situación controlada. De momento no está derivando en preocupante, pero tampoco vamos a decir que es buena cuando tenemos a 41 personas en cama convencional y tres en UCI. Ahora tenemos que tener mucho cuidado porque nos viene la gripe estacional y va a ser muy fácilmente confundible. Por eso animo a que todo el mundo en situación vulnerable o conviviente con personas así, se vacunen. Aunque la situación esté controlada por ahora, no queremos que haya una fatiga en el hospital. No queremos sobrepasar estas cifras porque esta segunda ola podría ser devastadora tanto para la salud física como mental de los sanitarios.

- También hay que mirar a la Atención Primaria en los diferentes centros de salud, que están aguantando gran parte del chaparrón...

- La Atención Primaria está haciendo un trabajo tremendo porque son los primeros en poner las barreras para que no se propague el contagio. A pesar de que se han contratado rastreadores y de que tenemos refuerzos, están muy dedicados a la Covid-19. A eso súmale sus pacientes diarios y el seguimiento de las patologías habituales. Y también la gripe estacional. La Atención Primaria se va a ver muy cargada de trabajo, y por eso todos tenemos que echar una mano para que no sea así. 

- La vuelta al cole parece no haber supuesto tantos problemas como cabía esperar en un principio. ¿Cómo está la situación en los colegios?

- Un ejemplo de algo que funciona muy bien son los centros educativos. De manera constante se están tomando todas las medidas higiénicosanitarias y los contagios no surgen en los colegios, y mira que hay alumnos y docentes... Están funcionando muy bien. Que nos sirvan de ejemplo para el resto de encuentros y de relaciones de convivencia social. Todo es gracias a la profesionalidad que están mostrando los docentes y también a la concienciación de las familias. No hay un niño que acuda a clase sin su mascarilla y su gel.

- Las residencias, que fueron el aspecto más trágico de la primera ola, ¿cómo están ahora mismo?

- En los centros sociosanitarios estamos elevando el número de casos y me preocupa tremendamente porque son las personas más vulnerables y la generación que más ha luchado por la sociedad que hoy tenemos. Vimos cifras tremendas en la primera ola... Lo comparo con el símil del jarro de agua que se desborda y eres incapaz de contenerlo. No quiero que vuelva a pasar. Hemos extremado las medidas de precaución y no les faltan recursos, pero son nuestra población más vulnerable. Ahora merecen todo nuestro cuidado y nuestra protección. Es dolorosísimo no poder ver a tus familiares si están en estos centros, pero cuando hay riesgo no tenemos más opción que prohibir las visitas.

- La medida más importante de todas las aplicadas es el toque de queda. ¿Cree que puede ser efectiva?

- A pesar de que al sector hostelero no le pueda caer bien lo que voy a decir, personalmente me hubiese gustado que se iniciase una hora antes, a las once, porque necesitamos contener ese momento de relajación. Nos tomamos una cerveza y a veces se nos olvida que quien tenemos al lado, por ser tu amigo o familiar, no te puede estar contagiando. Creo que las cenas se pueden adelantar perfectamente a las ocho. Vamos a seguir apoyando a la hostelería. Hemos hecho una campaña tremenda de apoyo, con dos millones de euros. No queremos olvidarnos de este sector, pero cuidado, que estamos en una situación muy peligrosa y de riesgo.

- Los hosteleros, por su parte, defienden que los contagios se dan más en los encuentros privados. ¿No se debería apuntar todavía más el foco hacia esa dirección?

- También hay que perseguir eso, evidentemente. Por eso no paro de llamar a la precaución, la cautela y la responsabilidad. Si hacemos que los bares cierren a determinada hora y nos vamos todos a los pisos, no hacemos nada. El problema es que eso es más difícilmente perseguible, no podemos poner un policía en cada edificio... Aunque las instituciones persigamos caso por caso, no llegaríamos. Necesitamos que todo el mundo arrime el hombro.

- Los jóvenes parece que se llevan la palma. ¿Son los que menos contribuyen con su comportamiento?

- Las generalizaciones no son buenas, tenemos jóvenes muy responsables y por eso yo no quiero hacerlo. También hay gente de 50 y 60 años con comportamientos que me sorprenden... Cuidado, que nadie se relaje. Tenemos jóvenes en las UCI. No por tener 18 años se es inmune.

- En los últimos días tampoco es que los políticos hayan predicado con el ejemplo acudiendo a fiestas, fumando en corro en el Congreso o saliendo por la noche...

- La sociedad, desde los mayores a los jóvenes, tenemos que dar ejemplo. Y los políticos también, pues claro, somos parte de esta sociedad. Al final, los padres tienen que dar ejemplo a sus hijos, esto es una cadena en la que contribuimos todos. Los políticos podemos ser más o menos ejemplares, pero también somos personas y cometemos errores.

- El cierre perimetral afecta a muchos conquenses porque no son pocos los que desarrollan su vida en Madrid o, de la misma forma, los turistas que nos visitan desde la capital cada fin de semana...
- Es evidente que nos va a afectar y económicamente tendremos que resistir este envite. Pero es que ahora estamos ya en ese momento de la balanza en que la vida o la economía. Tendremos que llevar este ten con ten hasta que encontremos una solución para el maldito bicho. Hay que saber compaginar de manera equilibrada la economía con la salud.

- Cuenca no solo va a seguir con medidas especiales, sino que además se van a aplicar a partir de ahora las de nivel 3. Poco se han notado éstas en los últimos 14 días...

- Pues muy poco, la verdad, te soy sincera. La tasa de incidencia que tenemos de la semana 42 y de la 43 es muy mala, de 974 casos por 100.000 habitantes. Las medidas han sido insuficientes y tenemos que seguir incrementando su dureza porque los resultados no terminan de ser buenos. A lo mejor tenemos que dar un paso más... A mí no me gustan las sanciones ni tampoco las medidas disuasorias, pero igual hay que empezar primero a anunciarlas y, llegado el momento, entrar a sancionar.

- De seguir a este ritmo de contagios entiendo que nada es descartable...

- Mira nuestros países vecinos la situación que han determinado, y no con más casos que nosotros... Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. No se descarta nada, evidentemente. Por eso, si podemos prevenir y no llegar a esa situación, mejor, porque unas semanas de confinamiento son durísimas económicamente.

- Los sanitarios reclaman más inversiones. Esta semana se presentaron los presupuestos de cara a la región. ¿Qué partida se destina a la lucha contra el Covid?

- Lo que tratamos de hacer es fortalecer los servicios públicos y Sanidad tiene una partida muy importante, como también la tienen Educación, Bienestar Social y Fomento, porque esta crisis sanitaria nos ha derivado a una crisis económica y social. La inyección económica es tremenda. En cuanto a Sanidad, vamos a construir ocho centros de salud en la provincia y a inyectar 25 millones en el hospital de Cuenca. En lo que se refiere a material sanitario no hemos escatimado ni un céntimo. Hay dos modelos diferentes de afrontar las crisis: en la anterior se solucionaba recortando y despidiendo, y ahora es invirtiendo y sin dejarnos a nadie atrás.

- A nivel personal, ¿cómo es desempeñar un cargo público en estas circunstancias? ¿Hay momentos en los que se siente sobrepasada?

- Ha habido momentos (suspira) muy duros. Durante la primera ola he sufrido mucho. No sé si estaba preparada para esto. Afrontar los datos de fallecidos todas las mañanas era de las cosas más desgarradoras que he vivido nunca. Pensar que muchas veces, aunque le echásemos muchas horas, no teníamos soluciones para atajar muchos de los problemas que se nos presentaban, ha sido una de las cosas que psicológicamente más me ha afectado. Pero también es verdad que me siento muy orgullosa del Gobierno que represento porque ha dicho que primero las personas y ya vendrá después todo lo demás. Es un Gobierno con corazón del que me enorgullece formar parte.

- Eso ha habido que gestionarlo muchas veces con palos en las ruedas. ¿Cómo le afectan las críticas?

- Lo que al final importa es la opinión de los ciudadanos. Si en algo me he equivocado, pido disculpas e intentaré mejorar la próxima vez. Lo que me echo a la espalda son las críticas para sacar rédito político de una crisis tan dura y poder ganar un puñado de votos. Eso me parece de una mezquindad que no va conmigo. Yo no he pensado en ningún momento en las próximas elecciones, solo he pensado en que había gente que o se estaba muriendo o estaba pasando unas necesidades económicas durísimas. Eso era lo único que me atormentaba día tras día. Hemos estado muy solos... He tenido pocos ofrecimientos de otros partidos políticos, y no quiero entrar en esto, no te lo debería ni haber dicho. He tenido muchos ofrecimientos de empresarios, agricultores, ganaderos... Mi paso por la política podrá durar más o menos, pero eso me lo llevo para toda la vida. El ofrecimiento de aquellos que en los momentos más duros dijeron: ¿en qué te puedo ayudar?