Granátula solicitará la declaración BIC para Oreto y Zuqueca

A. Criado
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El equipo de investigación que lideran Fuentes y Poveda considera que este yacimiento, que comprende una extensión aproximada de 100 hectáreas, «tiene la entidad suficiente para ser parque arqueológico»

Granátula solicitará la declaración BIC para Oreto y Zuqueca - Foto: Rueda Villaverde

El Ayuntamiento de Granátula de Calatrava y el equipo de investigación que lideran el arqueólogo José Luis Fuentes y Antonio Manuel Poveda, profesor de la Universidad de Alicante, solicitarán a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico para Oreto y Zuqueca en 2020. Consideran, además, que este yacimiento, que comprende una extensión aproximada de 100 hectáreas, «tiene la entidad suficiente para ser parque arqueológico» en un futuro próximo.

El primer paso, explica José Luis Fuentes, fue la realización de prospecciones o sondeos geofísicos con georradar para saber con exactitud cuál es el área de afección de todo el yacimiento. Un escaneado o TAC del terreno que ha revelado la presencia de un conjunto de estructuras, murallas, calles, corredores y edificios en el cerro Domínguez, excavado por última vez en 1978, que «nos habla de la presencia de una gran ciudad, que se correspondería con la ibérica Orissia». Hallazgos que se extienden también al cerro de los Obispos, analizado ahora por primera vez por un equipo de arqueólogos, ya que se levanta sobre una propiedad privada.

Tras las prospecciones llegará la documentación de todos los elementos y la elaboración de un plan director, que reflejará con exactitud la superficie del yacimiento, para solicitar a la Administración regional la declaración de Bien de Interés Culturalcon la categoría de Conjunto Histórico (actualmente sólo la ermita es BIC). Una figura de protección con la que poder trabajar en la solución de una serie de «problemas estructurales» que viene arrastrando Oreto y Zuqueca desde hace ya bastantes años y que ponen en serio peligro el patrimonio que alberga.

problemas estructurales. El más grave está relacionado con las inundaciones que se producen como consecuencia de las puntuales crecidas del cauce de un arroyo próximo al yacimiento que vierte sus aguas en el pantano del Jabalón. Solicitan a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) medidas preventivas para evitar que se produzcan dramáticos episodios como los vividos en febrero de 2010.

La segunda actuación sería la realización de una restauración integral de Oreto y Zuqueca, puesto que «muchos de los muros se están desmoronando» por la ausencia de trabajos de mantenimiento desde el año 2008, así como por los efectos de las inundaciones. El tercer y último objetivo sería la cubrición del yacimiento para evitar un mayor deterioro.

Debido a estos condicionantes, con el objetivo de proteger el rico patrimonio que alberga Oreto y Zuqueca, el equipo de investigación de José Luis Fuentes y Antonio Manuel Poveda decidió extraer hace unas semanas la lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del Obispado visigodo de Oretum, llamado Aurelius Vincentius, para su restauración y posterior musealización, dadas las dificultades de conservación y carencias de seguridad que tenía este bien en el yacimiento.

Gracias a la información que revela la lápida sepulcral, se puede saber que Aurelius Vincentius fue un diácono, «un miembro destacado de la iglesia hispano-visigoda más antigua de toda España que falleció a finales del siglo V o en la primera mitad del VI», un dato que será aún más concreto cuando se practiquen las pruebas de carbono 14 en los restos óseos que estos días están recuperando de su tumba los arqueólogos de Oppida.

Paralelamente a la excavación de la sepultura de este representante eclesiástico y a los sondeos geofísicos por georradar, el equipo de investigación está desarrollando estudios de la arquitectura ornamental paleocristiana y visigoda del Obispado de Oretum, así como del conjunto de tumbas de la extensa necrópolis pertenecientes a la fase visigoda del yacimiento. Cuentan, para ello, con una subvención de 13.855 euros de la Junta de Comunidades y el apoyo económico del Ayuntamiento de Granátula de Calatrava, que ha sufragado, por ejemplo, la extracción de la lauda.

reescribiendo la historia. Antonio Manuel Poveda asegura que «la historia se está reescribiendo en Oreto y Zuqueca con hallazgos que cambian en parte la visión que había de este Obispado». Explica que era tal el poder territorial y la riqueza de sus obispos que Toledo, su «gran competidor» en la época visigoda, intervino hasta en dos ocasiones en Roma para que la Orden de Calatrava, que se hizo con este territorio tras la batalla de las Navas de Tolosa, no volviera a restablecer el Obispado a finales del siglo XIII.

«No todas las ciudades de Hispania podían presumir de tener un Obispado», resalta el profesor de la Universidad de Alicante, que recuerda que este territorio fue además «cuna de reyes» durante la época ibérica. Una historia que se extiende hasta mediados del siglo IX, cuando Urit (la denominación musulmana de Oretum) fue destruida, y un patrimonio que son merecedores, a su juicio, de una futura declaración de parque arqueológico.

Poveda subraya que Oreto y Zuqueca es un yacimiento «privilegiado» en España porque no hay una ciudad moderna superpuesta a la antigua o histórica (como sí ocurre en Alhambra), cuenta con el apoyo decidido de las administraciones y está en el entorno de un importante eje cultural gracias a la proximidad de Almagro y a los elementos volcánicos del Campo de Calatrava.