El mundo de la prisión, alejado de estereotipos

V.M.
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El Teatro Auditorio José Luis Perales acogerá hoy, a partir de las 20,30 horas, el inicio de la gira nacional de 'El cuaderno de Pitágoras', obra escrita y dirigida por Carolina África

Un instante de la representación de ‘El cuaderno de Pitágoras’. - Foto: Centro Dramático Nacional

Las historias que se entrecruzan en 'El cuaderno de Pitágoras' propician una mirada lejos de prejuicios establecidos del acontecer diario dentro de los muros de una prisión, de hecho la autora y directora de la obra, Carolina África, desvela a este diario que se inspira en la propia experiencia que tuvo como voluntaria en la cárcel de Valdemoro.

Esta producción del Centro Dramático Nacional, que iniciará su gira nacional este viernes en la capital conquense (20,30 horas), es una comedia dramática que refleja tanto situaciones trágicas como otras cargadas de comicidad. «Las historias que reflejo en la función -comenta África- están basadas en testimonios reales, muchos de ellos personas que ya están en libertad y han pasado por largas condenas, e intenta ser una mirada humana sobre todo un mundo que genera tantos prejuicios y del que se tienen estereotipos prefijados por la televisión y el cine».

Uno de los temas transversales de la representación alude a la discriminación que sufren las mujeres en las cárceles, «porque el sistema penitenciario está concebido teniendo en cuenta que el 93% de los presos son hombres y una mujer que entra en prisión tienen otra condena ya añadida, lo que significa que al ingresar en una cárcel de hombres con un módulo de mujeres no puedes segregar, sino que los espacios comunes no lo son para ellas; todo esto además de la condena social añadida, ya que cuando un hombre comete delitos se le atribuye en ocasiones cierto halo de fuerza, mientras que en una mujer esa circunstancia provoca más rechazo y desprecio».

«Espacios de libertad».  La directora teatral confiesa que ella mismo tenía una serie de juicios previos cuando comenzó a trabajar como voluntaria en prisión, «aunque enseguida me di cuenta en ese módulo terapéutico que encontraba muchas más historias tristes que peligrosas, historias que tenían que ver con circunstancias sociales muy desfavorables, y tuve la oportunidad de conocer a seres humanos que, como todos, sufren, se ríen y se emocionan… hacer teatro con ellos abre espacios de libertad para todos».

Preguntada por cómo fue el casting para seleccionar el elenco protagonista, Carolina África asegura que, al ser también actriz, buscó intérpretes muy dúctiles:«Los nueve actores que están sobre el escenario interpretan más de una treintena de personajes y quería profesionales creadores que se lanzasen a la piscina y se involucrasen al máximo; algunos son compañeros que ya habían trabajado conmigo, a algunos los había visto en otros espectáculos y me parecían muy idóneos y en el caso de Luis Miguel, el último en sumarse al barco, llegué a hacer pruebas en el Centro Dramático Nacional hasta dar con la persona idónea».

En cuanto a la pareja protagonista, Paqui y Furia, encarnada por Nuria Mencía, ganadora del Premio Max de interpretación, y Manolo Caro, un rostro popular por su aparición en series como Entrevías o Sin tetas no hay paraíso, la directora destaca esa ductilidad, su fuerza y a la emoción que transmiten, capaz de empatizar al máximo con el público. 

Finalmente, Carolina África confía en poder trasladar a los espectadores ese mundo penitenciario fuera de clichés y advertía que «a veces lo más obvio suele ser lo primero que olvidamos, para darnos cuenta que dentro de las cárceles hay seres humanos con unas historias como las nuestras y con los que tenemos bastantes más semejanzas que diferencias».