Si hay una frase clásica que cualquier aficionado a la magia pronuncia sin cesar es esa de «nada por aquí, nada por allá». Uno de esos aficionados a la magia cuando era niño y que hoy ha hecho del ilusionismo su oficio es Alberto Fernández, más conocido como el Mago Albert. Su «nada por aquí, nada por allá», con increíbles juegos de manos y una invitación a soñar para todos los públicos llega hoy a la programación de la Feria y Fiestas de San Julián en un espectáculo aderezado con las dosis justas de humor y que lleva el título de Abra...cadabra?
El Mago Albert afronta la actuación de esta noche en el parque de San Julián (22,00 horas) con «cariño y mucha responsabilidad».Es lo que tiene actuar en casa y ante su gente, pero está seguro de que el público responderá: «Afronto con mucho cariño esta actuación porque tengo muchas ganas de volver a ver al público de Cuenca, de mi ciudad, con ganas de hacer magia, hacer una noche agradable y sobre todo, sin restricciones».
Esta es la tarjeta de presentación del Mago Albert, unas horas antes de subirse al escenario del céntrico parque de la capital con su nuevo espectáculo. Una bailarina, Bea López, acompañará al Mago Albert sobre el escenario. Abra... cadabra? es un show con grandes ilusiones, que tiene una duración de una hora y veinte minutos, en el que «se mezclan la magia de gran formato con toques musicales y de humor».
Si se pudieran establecer paralelismos con la existencia, el Mago Albert tiene muy claro que la vida es magia e ilusión. «La vida la comparo muchas veces con el espectáculo. Hacen falta en la vida esas dosis de imaginación de ilusión, fantasía... que son ingredientes esenciales en la vida y en la magia».
Probablemente, si hay una actividad escénica que nos devuelve a la infancia es la magia. En ello incide este conocido ilusionista conquense que reivindica la importancia de «dejarnos llevar y disfrutar para ver este espectáculo con los ojos de la inocencia, porque está de lleno de magia e ilusión y es para divertirse». Entre juegos de manos y retos imposibles, el Mago Alberto consigue que lo irreal se convierta en real, lo imposible en posible. Por eso admite que los que más le gusta del público es ver las reacciones de asombro, sorpresa e ilusión. «Los magos somos artistas que mediante juegos engañamos, pero diciendo la verdad», afirma este artista conquense.
«Humor fino». Todo ello sin olvidarse del humor un ingrediente fundamental en los espectáculos. «Yo siempre salpico los espectáculos con un toque de humor fino, elegante y nada grosero porque el espectáculo es para todos los públicos y, por lo tanto, el humor también». El Mago Albert sabe cómo sacarse conejos de la chistera o cómo mover las cartas de una baraja entre los dedos de las manos. Mantiene la misma ilusión de cuando era un niño y no deja de trabajar para que su talento crezca. Confiesa su pasión por la magia clásica, y en concreto por la prestidigitación, huyendo de grandes aparatos y artificios. Esta noche lo volverá a demostrar en un espectáculo en el que la palabra mágica "abracadabra" abrirá la puerta de los sueños.