El dispositivo especial de movilidad preparado por el Ayuntamiento de Tarancón con motivo de la festividad de Todos los Santos arranca esta tarde y tendrá vigencia hasta la jornada del 1 de noviembre. Igual que en ediciones anteriores, el objetivo de la Concejalía de Seguridad, en coordinación con la Policía Local, es mejorar el acceso de los vecinos al camposanto municipal de Santa Marina. 

«Hemos colocado alrededor de 80 vallas, con la cinta de señalización correspondiente, para delimitar el acceso de peatones y vehículos, porque aparcar en las calles más cercanas queda prohibido», comenta Julián Garrido, responsable de la Concejalía de Obras y Servicios, que en las últimas semanas ha intensificado las tareas de jardinería en el interior del cementerio. «Se hace un mantenimiento continuo todo el año, que en estas fechas reforzamos», aclara el edil.  

Ya sin aforo limitado a pesar de seguir en pandemia, sí se mantienen recomendaciones como mantener la distancia de seguridad, usar mascarilla y no fumar en el recinto, así como evitar aglomeraciones huyendo, sobre todo en el caso de los vecinos de Tarancón, de las horas o fecha más concurrida. 

POR DÓNDE

El Ayuntamiento ha señalizado con un paso especial para peatones la calle Luisa Sigea, desde la avenida de la Hontanilla hasta la puerta del camposanto, y la calle San Juan, desde la confluencia con las calles Niño de Riánsares y Virgen de las Angustias. 

También se ha delimitado el acceso para las personas que acudan andando en la calle de la Hermandad de la Soledad y el Santo Entierro, que da acceso en concreto a la parte nueva del cementerio. Los estacionamientos de vehículos deberán realizarse en las calles adyacentes, aunque como en otras ediciones sí se ha habilitado una zona de carga y descarga en la fachada principal del cementerio municipal, que estará vigilada por efectivos de la Policía Local. Con la intención de que el tráfico rodado se desarrolle de la manera más fluida posible, se ha señalizado el sentido de circulación de los vehículos, que tendrá que realizarse desde la confluencia de la calle Marcos Aniano y Ronda San Isidro hacia la calle San Juan, y en el caso de los coches que circulen desde el cementerio, a lo largo de la calle Luisa Sigea.

Después de la atípica celebración del Día de Todos los Santos del año pasado, marcada por la Covid-19, se espera una vuelta a la normalidad casi por completo. 

Desde hace días el aumento de visitas al camposanto, por ejemplo para llevar a cabo la tradicional limpieza de las lápidas, se ha hecho evidente, así como el incremento de ventas en las floristerías y otros establecimientos relacionados con el cumplimiento de las tradiciones que rodean a esta celebración, como es el caso de las pastelerías o tiendas de disfraces. No obstante, el cementerio sigue siendo el epicentro en cuanto a esta festividad se refiere, que al caer en lunes alargará más o no las posibilidades de disfrutar de las costumbres más arraigadas entre la población. 

EN PROYECTO

El cementerio primitivo de Tarancón estuvo al lado de la Puerta del Sol de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción hasta finales del siglo XIX.

El actual cementerio se ubicó en el terreno aledaño a una de la ermita de Santa Marina, del siglo XV, que desapareció con el ensanche del camposanto, de ahí su nombre actual. Una de las ampliaciones más importantes se llevó a cabo en 2003 y ahora el Ayuntamiento tiene en proyecto seguir urbanizando parte de la zona nueva y crear nuevas fosas en 2022. «Ahora hay disponibles fosas, prácticamente casi todos los columbarios, y nichos sí que hay bastantes sin ocupar, entre 70 y 80, aunque cada vez se están demandando más», explican fuentes municipales, que confirman que sigue quedando terreno para continuar habilitando la parte nueva del cementerio, de la que ahora no está completa ni la mitad.

La Policía Local y la Guardia Civil van a intensificar la vigilancia

El Ayuntamiento de Tarancón ha pedido la máxima responsabilidad y respeto a los vecinos de cara a la celebración de fiestas por Halloween, que tiene lugar en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre. Según han informado desde el Consistorio taranconero, los efectivos de la Policía Local y la Guardia Civil de la ciudad intensificarán la vigilancia para evitar que se produzcan incidentes que causen destrozos en mobiliario urbano, viviendas o locales comerciales, como ha ocurrido en otras ocasiones por ejemplo con el lanzamiento de huevos. En este sentido, desde el Ayuntamiento se pide celebrar esta festividad pensando en los daños que pueden ocasionar «ciertas prácticas con las que causan desperfectos». De otro lado, también ha animado a los ciudadanos a disfrazarse y disfrutar del ambiente, marcado por el terror y el humor, en los establecimientos hosteleros, para lo que se recuerdan la importancia de seguir respetando las medidas sanitarias establecidas.