El día de la marmota

Leo Cortijo
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PP, Cs y CeM! arropan la moción de Cuenca nos Une para preguntar a los ciudadanos sobre el mantenimiento de la línea de tren convencional, pero será el Ministerio el que determine si el Ayuntamiento puede o no hacerlo.

El día de la marmota - Foto: Reyes Martínez

El día de la marmota. Esa insufrible sensación de vivir en un mismo bucle espacio-temporal desde hace tres meses. El lapso de tiempo que ha transcurrido desde que los conquenses empezaron a digerir un plan que promete una renovación de la movilidad y la integración urbana de los terrenos que parten la ciudad en dos mitades. Aquel proyecto del Ministerio, bautizado como XCuenca, ha traído cola –no poca– y promete seguir trayéndola. Sobre todo en clave municipal. El Gobierno, la Junta de Comunidades y la Diputación tienen clara la hoja de ruta a seguir y ya han movido ficha. Actúan sin ambages y apuestan por el plan en cuestión. En el Ayuntamiento, desde hace ya tres meses, la situación es bien distinta. De hecho, la matraca en torno a este asunto empieza a generar un hartazgo considerable.

La última parada en este atribulado y errático camino tiene que ver con la famosa consulta popular, que se viene arrastrando desde el Pleno anterior por una circunstancia rocambolesca. Suma y sigue el espectáculo... Habrá referéndum en torno al tren. O no. Eso lo tendrá que decidir el Ministerio de Transportes y Movilidad al que, eso sí, se elevará la propuesta para que determine si el Consistorio tiene competencia o no. Y ahí está la madre del cordero. Sea como fuere, así lo decidió la oposición en bloque en una sesión plenaria bronca y desagradable cuando se volvió a tratar el asunto en cuestión. La moción de marras, presentada por Cuenca nos Une, quiere preguntar a los ciudadanos la conveniencia de mantener el ferrocarril y, a pesar de que el resto de grupos recriminaron la postura cambiante de la formación que lidera Isidoro Gómez Cavero en relación a este tema, terminaron apoyando su idea. El equipo de Gobierno se quedó solo en su negativa al referéndum.

Así, los conquenses tendrán que responder (o no) a lo siguiente pregunta: ¿Quiere usted que se mantenga la línea del tren convencional Aranjuez-Cuenca-Utiel o quiere que esta línea se sustituya por un plan de movilidad por carretera, un aumento de trenes Avant y AVLO y la eliminación de la barrera ferroviaria en nuestra ciudad?

Hay que destacar que en la misma sesión, pero por la mañana, la abstención de Cuenca nos Une y la negativa del PSOE habían tumbado la consulta en los términos que en un principio había planteado la confluencia de Podemos y Equo.

Intenso debate. En la defensa de su moción, el edil Jesús Alberto Pontones asumió la «parte de responsabilidad» que le toca a la agrupación de electores por haber contribuido al debate que ha supuesto el enfrentamiento por el desmantelamiento de la línea, por lo que manifestó entender que «solo los conquenses» deben decidir, y que lo tienen que hacer «con toda la información necesaria para ello, sin medias verdades y de forma transparente, conociendo de forma clara qué consecuencias supone mantenerlo y cuáles cerrarlo».

La teniente de alcalde, Saray Portillo, fue tajante y lacónica al justificar el voto negativo de los socialistas al no ostentar la competencia para decidir sobre este extremo. «No podemos decidir si se mantiene la línea o no, lo único que podemos es decidir qué hacer con esos terrenos una vez que el Ministerio tome la decisión, a diferencia de antes, cuando nos quitaban la línea a cambio de nada», argumentó al respecto.

José Manuel Cañizares, por parte del Partido Popular, criticó con vehemencia el hecho de no saber lo que figura en la hoja de ruta de Cuenca nos Une en torno al tren porque es «imposible», y es que su opinión «puede variar sorprendentemente de una semana a otra».

En una línea muy similar se movió la representante de Ciudadanos, Cristina Fuentes, achacando el recorrido variable de la formación de Gómez Cavero, pues «siempre se han puesto de perfil» en este capítulo. Ahora además, añadió, «presentan una moción que de antemano saben que es imposible», razón por la que «su crédito y honorabilidad están muy en duda porque están jugando con nuestros ciudadanos y el futuro de nuestra ciudad». María Ángeles García, de Cuenca, en Marcha!, se mostró de acuerdo con el fondo de la cuestión, pero tildó los movimientos de Cuenca nos Une como «broma de mal gusto».

Plan Astra. La oposición, otra vez en bloque, mostró luz verde a una moción del PP para instar al Gobierno regional a que implante el Plan Astra en Cuenca para comunicar los municipios de Arcas, Villar de Olalla, Jábaga y Chillarón con la capital, a través de convenios con los municipios afectados de características similares. De la misma forma, se instará al equipo de Gobierno a estudiar las posibilidades de incluir y conectar las pedanías próximas a los itinerarios de Astra, así como a que cese «en su empeño de gobernar contra lo acordado en el Pleno, sin importarle utilizar a los conquenses».

Apoyo a los trabajadores. De nuevo la aliada oposición volvió a mostrar músculo para sacar adelante otra moción, en este caso de Ciudadanos, para que el Ayuntamiento tome las medidas necesarias para poder «defender, proteger y conservar» los 31 puestos de empleo de los trabajadores ferroviarios vinculados a Renfe, Adif y eventuales. El texto fue levemente modificado, y es que Fuentes vio bien suprimir el hecho de instar al Consistorio a que lo haga. Como en todo lo relacionado con el tren, las posturas fueron muy enconadas, y Dolz midió sus fuerzas con el popular Gómez Buendía, al que le aconsejó comprarse un audífono para escuchar mejor o con la propia Fuentes, cuando dijo que estaba cansado del «debate vacío» del tren, algo que también le afeó la edil de CeM!