Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


Insulto a las víctimas

20/09/2021

La reacción de las asociaciones de víctimas y de las fuerzas democráticas, muy en especial de PP y Vox, forzaron la suspensión del homenaje al etarra Henri Parot, condenado por 39 asesinatos, entre ellos, niños y ancianos. La crueldad de la iniciativa de los concubinos de la banda del terror no sólo mueve a la indignación sino que, sencillamente, espeluzna. No hay argumento, ni político ni de clase alguna, que mueva a jalear la salida de prisión de un asesino múltiple como el que se pretendía consumar en Mondragón. Alguien, finalmente, cayó en la cuenta de lo contraproducente de la iniciativa y dio el aviso al gobierno del PNV que, finalmente, debió descolgar el teléfono y avisar a los impulsores del akelarre que el festejo no debía llevarse a cabo.
El silencio del Gobierno central, desde el ministro del Interior, juez que en su día combatió con pundonor a la banda asesina, ni portavoz alguno del PSOE, salvo casos muy aislados y políticamente insignificantes, fueron capaces de levantar la voz en un gesto no sólo de inapelable justicia sino, sencillamente, en respeto por la memoria de las víctimas. ¿Acaso el PSOE no tiene mártires provocados por los etarras? ¿Acaso ya se han olvidado de ellos? Miran para otro lado porque Sánchez necesita los votos tanto de Bildu, los primos hermanos de los asesinos, como del nacionalismo vasco, retrógrado y cavernario. Una actitud que solo puede calificarse de infamante.
Las víctimas, estandarte una vez más de la decencia democrática y de la valentía cívica, han logrado con su paso al frente y con su gesto valiente (amparados por Vox y en menor medida por el PP) que esta afrenta no se concretara en su formato original. El programa previsto fue sustituido por concentraciones de fans de los etarras en distintos pueblos y plazas del País Vasco, una sociedad cómplice, adormilada, cobarde y, desde luego, enferma, que lleva conviviendo con estos matarifes desde hace 40 años, de brazos cruzados, boca sellada y cuando no, incurriendo incluso en el aplauso.
El socialismo zapateril y sanchista escarba en las cunetas en busca de los desaparecidos y olvidados de la guerra civil. Y hace bien. Memoria y loor a las víctimas. Lo que no puede es mirar hacia otro lado con las víctimas de ETA, nuestras víctimas, asesinadas en plena democracia y hace tan sólo unos pocos años. Más de trescientas causas quedan por esclarecer mientras el ministro Marlaska ha reagrupado ya en cárceles próximas al País Vasco a estos terroristas sin que mediara el arrepentimiento ni, menos aún, la petición de perdón.