Al pie de la noticia

Leo Cortijo
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A través de sus teletipos, vídeos y fotografías, Rubén 'exporta' el día a día de Cuenca más allá de nuestras fronteras como periodista de agencia. Una profesión que le «apasiona».

Al pie de la noticia - Foto: Reyes Martínez

Cuando volvía del colegio, «como todos los niños de la época», disfrutaba con los capítulos de los Simpson. Lo que no era tan común entre sus compañeros de clase es que también se lo pasara pipa con el telediario que emitían justo después. Sus amigos preferían las aventuras de la familia amarilla... Rubén se enamoró de esta profesión cuando veía que «los periodistas que daban las noticias estaban repartidos por todos los rincones del mundo». Y eso, reconoce, le enganchó porque en su familia «hay un gen viajero». La semilla ya estaba plantada y terminó de germinar con la implantación en Cuenca de la Facultad de Comunicación. Ese fue un paso determinante para que se decantase por las ciencias de la información y no por la Historia, que era otra de las opciones.

Una vez graduado, en 2016, tardó un suspiro en encontrar su primer contrato laboral, y desde entonces no se ha separado del mundillo de los medios. Ahora trabaja como corresponsal de Europa Press en Cuenca. Maniobrar en una agencia de noticias es diferente a hacerlo en un medio convencional. Rubén es el encargado de suministrar a periódicos, radios y televisiones los hechos a los que muchas veces sus periodistas no pueden llegar. Eso le obliga a estar al pie de la noticia siempre. Pase lo que pase. Pase cuando pase. Además, su labor al frente de la agencia abarca muchos palos, pues no solo es el encargado de redactar los teletipos, sino también de hacer vídeos y tomar fotografías. Un todoterreno con el objetivo –subraya– de ofrecer «el mejor servicio a nuestros abonados». Y siempre con la inmediatez por bandera, y es que una máxima de la profesión es tenerlo «cuanto antes».

En su corta pero intensa carrera ya atesora algunos «momentos únicos». Y eso, trabajando en una agencia, viene a significar que sus textos trasciendan más allá de las fronteras conquenses. Un buen ejemplo fue la última visita de la Reyes, cuando sus fotos se publicaron en medios mexicanos o alemanes, sin ir más lejos. «Te llena mucho que tu trabajo se disfrute en todo el mundo», apunta. Sin embargo, y más allá de algunos juicios muy mediáticos como el de Sergio Morate o el del profesor del conservatorio, que también le marcaron, uno de los hitos que no olvidará jamás fue el derrumbe de la calle Canónigos. «Aquello fue un no parar», y es que mucha de la información que él proporcionó a través de Europa Press terminó en televisiones nacionales y en diarios generalistas.

Hubo una época en la que a Rubén le apasionaba el periodismo internacional. De hecho, en la agencia le llegaron a ofrecer una corresponsalía en Bruselas, pero la declinó. Y es que una vez que probó las mieles del periodismo local decidió «quedarse en casa». Explica que le «encanta» ser testigo del día a día de lo que sucede en su ciudad. Y que contarlo a través de los medios de comunicación es una «pasada». Sobre todo cuando entre tanto suceso, información política o crónica cultural, se cuela una «noticia reivindicativa». Rubén todavía sonríe de oreja a oreja recordando cómo hace unos años un reportaje con su firma consiguió un pequeño gran logro. En el polígono La Cerrajera las calles no tenían nombres y eso era un «lío importante» para los que trabajaban allí. Habló con los empresarios, contó su historia y el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto. Mejorar la vida de los demás también es hacer Periodismo...