El Vaticano sopesa que el Papa medie en la guerra en Ucrania

Europa Press
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Francisco podría intervenir en las conversaciones de Francia y EEUU con Rusia para buscar una salida del conflicto

El Vaticano sopesa que el Papa medie en la guerra en Ucrania - Foto: FABIO FRUSTACI

El secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha valorado de forma positiva que Rusia esté dispuesta a hablar con Estados Unidos y el Papa para forjar una salida pacífica a la guerra en Ucrania y considera que "si hay una pequeña abertura", la aprovecharán.

Así se ha pronunciado Parolin sobre la posibilidad de que Francisco y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puedan intervenir en las negociaciones para buscar una salida, una solución diplomática que también ha sugerido el presidente francés, Emmanuel Macron.

No obstante, Parolin ha asegurado que "es demasiado pronto" y ha matizado que todavía tienen que pensar en cómo podría desarrollarse esa mediación en la práctica.

"Estamos reflexionando sobre cómo se podría hacer concretamente, como hemos dicho muchas veces estamos abiertos y dispuestos a hacer lo que sea posible, pero hasta ahora no sabemos qué significan esas palabras, qué fundamento tienen y qué desarrollo pueden tener", ha señalado Parolin, según informan los medios italianos.

La respuesta del Vaticano se produce después de que el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, afirmase que están dispuestos a "debatir todo esto (la situación en Ucrania) con los estadounidenses, con los franceses y con el Pontífice".

El martes, en el encuentro internacional de Oración por la Paz organizado por la comunidad de San Egidio en el Coliseo de Roma, el Papa lamentó la "amenaza" que constituye el uso de armas atómicas e instó a la comunidad internacional a abrir "un diálogo serio" sobre la no proliferación y sobre su desmantelamiento.

"Somos testigos de lo que se temía y nunca se quiso escuchar: que el uso de armas atómicas, que culpablemente desde Hiroshima y Nagasaki se han seguido produciendo y experimentando, ahora constituye abiertamente una amenaza", aseguró entonces el pontífice.