Arde Bogotá ofrecerá este sábado un concierto en la sala Directo de Cuenca, dentro de su gira Vibra Mahou 2022, plataforma que conecta artistas y público en encuentros únicos. Integrada desde sus inicios en 2019 por Antonio García (vocalista), Dani Sánchez (guitarra), José Esteban  (bajo) y José Ángel Mercader (batería), han logrado consolidarse dentro del pop rock nacional tras su álbum de debut. En vísperas del concierto su cantante comenta a este diario algunos aspectos que definen el sonido y la evolución del grupo.

Los inicios de la banda se sitúan en el inicio de la pandemia, ¿no es así?

Publicamos la primera canción en el verano de 2019  y  la segunda en marzo de 2020, en plena pandemia, cuando apareció también un EP con cinco temas. Ha sido una época complicada, aunque hemos tenido suerte y pudimos seguir trabajando y grabando, creciendo como banda pese a todo.

¿A qué se debe el nombre?

No teníamos nombre cuando arrancamos el proyecto y en esos momentos marché de viaje a Bogotá, me llevé las maquetas que teníamos y el primer sitio donde sonaron, aparte de en Cartagena, fue allí, por eso  al regresar uno de los miembros del grupo propuso ese nombre y parece que nos ha dado suerte.

La crítica ha acogido muy bien su primer álbum, ¿cómo está siendo el contacto con el público?

Muy bien, todo lo que nos llega es bueno, la gente ha hecho suyas las canciones y alaba nuestro directo. La verdad es que toda la experiencia acumulada está resultando positiva. Tenemos un 2022 exigente, vamos a hacer conciertos casi todos lo fines de semana hasta noviembre.

¿Con un sonido donde predomina la guitarra?

Nosotros nos definimos como una banda de rock, un término algo ambiguo pero que no llama a engaño. El sonido crudo y reverberado de la guitarra es algo esencial dentro del grupo, apoyado por un bajo muy presenta y una batería original.

Suelen mencionar a grupos como Foo Fighters, Arctic Monkeys o Second como algunas referencias básicas de Arde Bogotá… 

Sí, siempre solemos mencionar a estas bandas como influencias principales, junto a grupos clásicos como Héroes del Silencio, porque sirven bastante para definir nuestro estilo.

¿Por qué llega a considerar motivo de celebración la muerte del rock?

El rock murió cuando dejó de ser la música hegemónica, algo que en  cierta medida es motivo de celebración, porque ahora vive en los sótanos y en la parte final de las listas de éxitos, lo que permite que sea un lugar de experimentación y reunión de la gente que ama esta música. Los ídolos del rock & roll ya no son señores adictos a mil cosas y que lanzan televisores por las ventanas, sino artistas virtuosos y respetables... podríamos decir que ha cambiado el paradigma del género.

¿Qué opina del gran éxito del trap o del reguetón??

Aunque pueda parecer lo contrario somos muy fans de la música urbabana en general, porque al final somos chicos de nuestra generación y es lo que escuchamos cuando salimos de fiesta, lo que pasa es que nuestrar forma de expresión está en otros sitios: en la música instrumental, en la guitarra, en el rock... cuando decidimos contar nuestras emociones nos salen en clave de rock & roll y así es como la gente lo percibe.

¿Sus temas están entroncados con la problemática de su generación?

Como letrista siempre hablo de cosas que me pasan. Soy un joven de veintitantos al que le ocurren cosas normales y tengo la suerte de empatizar con gente de mi generación. Al final creo que esa empatía esta relacionada con que hablamos con honestidad. Normalmente todas las canciones parten de una idea original que trae alguno de nosotros, desde una simple melodía a una idea más desarrollada,  que se trabaja entre todos, evoluciona y va convirtiéndose en canción, aportando entre todos las letras y los arreglos. En cualquier caso, tenemos claro que nosotros hacemos música para el directo, el fin de todo lo que hacemos está en lo que ocurrirá mañana por la noche en Cuenca.