La COVID causó el 15% de las muertes hasta febrero

V.M.
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La cifra de defunciones en las ocho primeras semanas del año en la provincia alcanza las 392 y, pese al leve repunte respecto a 2021, supone un descenso en relación a los datos anteriores a la pandemia

Imagen de archivo de un entierro en el camposanto de la capital. - Foto: Reyes Martínez

Los últimos datos del Estudio de Estimación del Número de Defunciones Semanales durante el brote de COVID-19, que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística, desvelan que en las primeras ocho semanas de este año la cifra de fallecidos en la provincia de Cuenca se elevó a 392, una cifra que supone un incremento del 3,9 por ciento respecto al mismo período de 2021, cuando se contabilizaron 15 muertes menos, aunque ese número supone un descenso en relación a los datos inmediatamente anteriores a la crisis sanitaria.

El análisis de la evolución de las defunciones hasta finales de febrero refleja que el mayor incremento se produjo entre la cuarta y la sexta semana, justo antes de que remitiera el último pico de la pandemia, período donde se concentraron el 41,8 por ciento de esas defunciones, experimentándose el pico más elevado en la sexta semana con 63 fallecidos. A partir de entonces se produce un paulatino descenso confirmado en las semanas siete y ocho, con 44 y 42 fallecidos, respectivamente.

La vuelta a la normalidad parece constatarse al comparar el número de defunciones con los del mismo período de 2020 y 2019, cuando se registraron 420 y 456 muertos, es decir la mortalidad cayó  en relación a esos años un 6,7 y un 14 por ciento, respectivamente.

De esta forma si tenemos en cuenta las cifras de fallecimientos por coronavirus facilitadas por el SESCAM durante estas ocho primeras semanas en la provincia de Cuenca, que suman 62 - de las cuales 34 se registraron en enero y 28 en febrero-, el COVID está detrás del 15,8% de las defunciones en ese período. 

Cabe recordar que en último comunicado de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno regional el número acumulado de víctimas por esta enfermedad en nuestra provincia desde que comenzó la pandemia asciende a 638.

En lo que se refiera a sexo y grupo de edad, los datos del estudio del Instituto Nacional de Estadística constatan que en estas ocho semanas de 2022 el número de hombres fallecidos fue ligeramente inferior al de las mujeres, concretamente 195 por 197, mientras que el segmento de edad que registró el 74% de la mortalidad se sitúa entre los 80 a 90 años o más, con especial incidencia en el grupo de 90 años o más, con 148, y en el de 85 a 89 años, donde hubo un total de 94 fallecidos.

El proyecto del INE se plantea el estudio de las defunciones semanales ocurridas durante la pandemia de COVID-19 y su comparación con los datos históricos de defunciones desde el año 2000, lo que permite interpretar los datos con una perspectiva histórica necesaria, dada la variabilidad que presentan las defunciones a lo largo del tiempo. El proyecto no tiene de momento una duración determinada, depende de elementos ajenos como es la propia evolución de la pandemia. 

A nivel autónomico, los datos de esa estimación del número de defunciones semanales sí reflejan una considerable bajada respecto al pasado año, concretamente un 17 por ciento menos, ya que durante las primeras ocho semanas de este año se contabilizaron 3.573 y el pasado año se llegaron a los 4.308 fallecimientos en Castilla-La Mancha. 

En relación a los índices registrados antes de la pandemia del coronavirus, se observa un leve repunte de muertes en relación al año  2020, concremente un 4,5por ciento más, cuando se produjeron 3.419 y nuevamente una bajada del -5,3 por ciento respecto a 2019 (materializado en 3.769 defunciones).