Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


El impuestazo de Sánchez

07/03/2022

Más de un año de trabajos a cargo de un equipo de expertos culminó este jueves con la presentación del denominado Libro Blanco de la Reforma Tributaria que significa, lisa y llanamente, la adopción de un descomunal paquete medidas tributarias con el único objetivo de saquear a la clase media nacional, profesionales, empresarios, autónomos, asalariados y todo aquel que, en la medida de sus posibilidades, contribuye con su obligada aportación al presupuesto nacional. Del orden de 60.000 millones de euros se propone el Ejecutivo socialista conseguir con esta sangría al contribuyente.  El impuestazo más salvaje conocido hasta la fecha acaba de empezar a rodar. El comité de expertos, un equipo de amanuenses paniaguados que ha redactado lo que el Gobierno les ha pedido ya que los profesionales independientes se bajaron en marcha del invento, no han pestañeado a la hora de señalar cuánto y cómo ha de sustraerse de los ingresos y las rentas a los diferentes sectores empresariales, laborales, o industriales de nuestro país. Un auténtico saqueo sin justificar, una arremetida sin precedentes en un momento en el que la sociedad española, al margen de la invasión de Ucrania, atraviesa por unas circunstancias casi dramáticas. 
Asomarse estos meses al recibo de la luz, del gas, repostar combustible, supone acercarse a la situación de pánico.  El proyecto que lidera María Jesús Montero, que ya demostró su ineficacia en la Junta de Andalucía y aquí está logrando reunir todos los puntos para alcanzar el título de la ministra de Hacienda menos apta de la Historia, ha presentado un plan que estremece y espanta. Nadie se salva. Hidrocarburos, electricidad, transporte, automóviles, billetes de avión, autopistas, mensajería, agricultura...No hay ámbito que logre eludir el ansia confiscatoria de este Gobierno que, por supuesto, centra su objetivo máximo en liquidar la política impositiva que lleva a cargo el Gobierno de Madrid consistente, por decirlo de manera sencilla, en suprimir impuestos. Donaciones, sucesiones, patrimonio, todos los gravámenes que los distintos gobiernos del PP que han gestionado la Comunida de Madrid aparecen ahora en el objeto del Gobierno de Sánchez, obsesionado con liquidar al Ejecutivo de Isabel Dáiz Ayuso, que le propinó una paliza electoral el pasado 4-M.
El gobierno socialista no apunta ni un solo gesto a la hora de reducir el gasto, de apretarse el cinturón de suprimir ministerios inútiles como Igualdad, Consumo... de poner en la calle a los decenas de miles de cuñados, enchufados y amiguetes que pueblan ahora los despachos de la Administración. Sánchez, que siempre se ha mostrado insensible, cuando no hostil, hacia lo que sienten y padecen los españoles que tienen que luchar cada día por no hundirse en el horror de la crisis, la quiebra o el desempleo, está dispuesto a sacar adelante esta enormidad que, sin duda, terminará por asfixiar a cientos de miles de españoles que difícilmente consiguen ahora mantenerse en pie. Tan brutal es la iniciativa que la propia Montero ha señalado, en el acto de presentación, que por ahora no se pondrá en marcha, dadas las circunstancias adversas derivadas del zarpazo criminal de Putin sobre Ucrania. Tan eficaces y oportunas no serán estas medidas cuando, en lugar de acelerar su aplicación para salvarnos del desastre, las aplaza para no sumir a nuestra economía aún más en el desastre. El impuestazo se pondrá en marcha más pronto que tarde. Los socialistas nunca han sabido gestionar una economía. Siempre la han hundido. Luego, tiene que venir un Gobierno del PP para reconducirla. Y así sucesivamente. Abróchense los cinturones que Sánchez viene a por lo poco que queda en nuestros bolsillos. Lo peor de esta era del latrocinio acaba de empezar.