Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Pedro Sánchez no gana para disgustos

27/09/2022

A las pocas horas de conocerse el resultado electoral de Italia, la OCDE le da un nuevo disgusto a Sánchez cuestionando su política económica y sus previsiones de futuro.

Gerorgi Meloni va a ser la nueva jefa de gobierno de Italia. Su triunfo, en compañía de Berlusconi y Salvini, más la ayuda inestimable del nuevo sistema electoral italiano, ha sido incuestionable, dejando atrás a figuras del centro-izquierda como Letta y Renzi y Conte, que fueron primeros ministros, y no han logrado el respaldo necesario de sus conciudadanos.

Existe una enorme preocupación en Italia por el triunfo de la extrema derecha -término que no gusta nada a Meloni-, también hay preocupación en Bruselas por la misma razón y con toda seguridad la hay en La Moncloa. Por las mismas razones que Bruselas, pero sobre todo porque tiene a la vuelta de la esquina unas a las elecciones autonómicas, municipales y generales, y cada día que pasa se incrementa la constatación de que la socialdemocracia europea sigue en caída libre. Hace tiempo que perdió gobiernos y referencias de dirigentes de primer nivel. Solo gobierna en uno de los países europeos de relieve, Alemania, pero hasta ahora Sholz no ha hecho méritos para que Alemania siga siendo uno de los países con voz más influyente en la UE,

En España, además Pedro Sánchez ha roto moldes y provocado una ola generalizada de rechazo, al incrustar en su gobierno a un partido populista de extrema izquierda. Es hoy el dirigente europeo menos indicado para criticar que la extrema derecha populista italiana se haga con el poder. No hay partido extremista en el que se pueda confiar, pero Sánchez no dudó en echarse en los brazos de uno de ellos para mantenerse en el poder. .

El triunfo de Meloni no es buena noticia. Solo cabe la esperanza de que, una vez en su despacho oficial -primera mujer que accede a la jefatura del gobierno italiano- le ocurra como a otros políticos que fueron tocados por un golpe de responsabilidad, aparcaron promesas electorales que asustaban a los demócratas - en el caso de Fratelli la xenofobia, el escepticismo europeo- y moderen el discurso que han mantenido hasta ahora.

El resultado italiano, sin embargo, puede favorecer a Vox. Abascal respalda a Meloni, incluso fue invitada a participar en la campaña andaluza -donde asustó más por sus formas que por sus propuestas, daba miedo- y a poco que Meloni se modere de aquí a pocos meses, Santiago Abascal puede capitalizarlo y quitarse de encima la imagen de radicalismo extremo y excluyente.

En sentido contrario, cuantos más motivos de preocupación den Meoni, Salvino y Berlusconi al tomar decisiones de gobierno, más posibilidades tendría Pedro Sánchez de captar votos poniendo como ejemplo lo que ocurre cuando gobierna la derecha. Porque, lo veremos, él no hará distinciones entre Meloni y Feijóo. No le interesa.

En estos tiempos electorales, los candidatos españoles mencionarán mucho a Italia y Meloni. Para bien y para mal.