Aacaban de cumplirse dos años desde que la Organización Mundial de la Salud OMS anunció que la COVID-19 era una pandemia global. La declaración del estado de alarma, el largo confinamiento y la angustia acabaron de manera repentina con la normalidad a medida que se expandía el virus y la falta de acción para frenarlo. Justo dos años después, en plena caída de la incidencia, se acaba de inaugurar en Cuenca la escultura La victoria de la unidad, una obra que rinde homenaje a los fallecidos por la pandemia que sale de las manos del artista José Luis Martínez.

La inauguración tuvo lugar ayer y se celebró con la solemnidad que merece después de que la pesadilla de la pandemia se cobrara la vida de más de 600 conquenses. El acto contó con la participación del coro Alonso Lobo y asistieron numerosas personalidades, entre ellas el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro;el alcalde, Darío Dolz; la subdelegada del Gobierno, Mari Luz Fernández; la delegada de la Junta, María Ángeles Martínez; el presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea; el obispo, José María Yanguas; o el teniente coronel jefe de la comandancoa de la Guardia Civil, Fernando Montes. Además, hubo representación de los bomberos, Protección Civil, policía o empresarios. 

Desde ayer, la escultura ubicada en la rotonda de la Estrella, en plena Ronda Oeste de la capital, simboliza la unidad de los ciudadanos frente a la pesadilla de la pandemia, el reconocimiento a los que lucharon en primera línea y el recuerdo a las víctimas. La instalación de esta escultura nace de una iniciativa popular puesta en marcha por la parroquia de San Julián del próximo barrio de Fuente del Oro, a la que se sumaron el Obispado de Cuenca, así como diversas Administraciones como el Ayuntamiento de Cuenca, la Junta de Comunidades y la Diputación Provincial, y entidades como la Junta de Cofradías o CEOE-Cepyme Cuenca.

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