Cualquier donación es un acto repleto de bondad y generosidad. Es una acción humanitaria con un valor incalculable que tiene además resultados rápidos y efectivos, y que se traducen en salvar vidas. Y qué mejor que ello. Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre y la Hermandad de Donantes de Sangre de Cuenca reivindica una vez más la necesidad de que la ciudadanía responda en cada llamada. Algo que sí hacen los conquenses: durante estos meses de lo que va de año se han registrado hasta 3.039 donaciones. Eso sí, en estos primeros cinco meses hubo un total de 3.083 ofrecimientos, aunque 44 personas no pudieron donar sangre finalmente por motivos médicos.
Además, la Hermandad de Donantes de Sangre de Cuenca cuenta actualmente con 34.303 afiliados. En concreto, en los últimos cinco meses se han producido 224 altas, que son personas que han donado por primera vez. El presidente de la institución, Luis Miguel Del Pozo, destaca que son cifras positivas y recuerda que «la mayor captación de donantes se hace a través del ejemplo» y subraya que «la familia es el vivero de nuevos donantes». Una persona que es donante suele animar a seres queridos a que también se sumen a esta causa y realicen este acto de bondad.
Sin embargo, Del Pozo señala que lo más difícil de las personas que no han donado nunca es «dar el primer paso». Ya sea por temor o desconocimiento, «pero yo les recomiendo que cuando vayan por primera vez lo hagan acompañados de un donante», asevera el presidente de la hermandad. De esta manera, el nuevo donante «ganará confianza y volverá él sólo las próximas veces».
También es cierto que el mejor almacén para mantener la sangre en buen estado es «el cuerpo humano», señala Del Pozo. Y es que cuando la sangre es extraída tiene un período de caducidad. En cambio, si se mantiene en el donante perdura más tiempo. Ante esta situación, cuando el Hospital Virgen de la Luz demanda algún grupo sanguíneo, la hermandad se pone en contacto con los donantes que tienen ese tipo en cuestión y rápidamente se realizan jornadas de donación. «De esta manera atendemos a la demanda que exista en cada momento», explica Del Pozo. Sin duda, el hecho de donar sangre puede salvar vidas y tan sólo basta con ceder parte de la de uno.
Eso sí, hay que recordar que no es necesario permanecer en ayunas, pero tampoco es recomendable donar inmediatamente después de una comida copiosa. Asimismo, se debe responder a un cuestionario sobre los antecedentes sanitarios o posibles prácticas de riesgo y someterse a un reconocimiento médico que incluye el control de pulso, peso y tensión arterial, además de la determinación de la cifra de hemoglobina. Este proceso se realiza para garantizar que la donación sea lo más segura posible, tanto para el donante como para el receptor. Además, los únicos requisitos para donar sangre pasan por tener cumplidos los 18 años de edad, superar los 50 kilogramos de peso y tener buen estado de salud.