Una Reserva de estrellas única

B Palancar Ruiz
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Starlight toma diversas mediciones de los cielos de las comarcas de Sierra Norte y Molina-Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara, con la intención de emitir una certificación para un área que comprenden 161 municipios

Una Reserva de estrellas única - Foto: jcb

Preservar la calidad del cielo de las comarcas de Molina-Alto Tajo y Sierra Norte, es el objetivo común que une a científicos, agentes de desarrollo, empresarios y políticos en el proyecto para conseguir una certificación de Reserva Starlight para estas zonas despobladas de la provincia de Guadalajara.

Están implicados 161 municipios, 78 molineses y 83 serranos, desde hace un año. Fue una confluencia de intereses. Por un lado, científicos y astrónomos aficionados de la asociación AstroGuada contactaron con la Junta para buscar apoyo de cara a la protección de estos cielos. Hubo sintonía de inmediato porque la Dirección General de Turismo, a través de la Fundación Impulsa, ya se había fijado en Guadalajara para llevar a cabo un proyecto similar al Parque Astronómico de Cuenca que ya cuenta con una certificación Starlight.

A este incipiente proyecto pronto se sumaron los grupos de desarrollo local y mancomunidades que facilitaron enormemente el trabajo burocrático inicial para conseguir que los 161 municipios implicados se adhirieran a la Declaración de la Palma de 2007 que es la primera ley gubernamental para la protección de los cielos y un trámite imprescindible para poder tratar con la Fundación Starlight que es la encargada de emitir certificaciones.

Una Reserva de estrellas únicaUna Reserva de estrellas única - Foto: jcb«Este es el caso mayor que nos hemos encontrado con 161 municipalidades. Significa 161 adhesiones a la Declaración de la Palma. Para la Fundación es lo más importante porque es un compromiso», explica la científica de la Fundación Starlight, Antonia Varela.

Así, desde principios de año, expertos de esta Fundación Starlight están realizando mediciones de la calidad del cielo de la Sierra Norte y Molina-Alto Tajo siguiendo los criterios establecidos en cuatro parámetros: Contaminación lumínica, calidad de imagen o nitidez, alta transparencia en la atmósfera que mide la calidad del aire y escasa nubosidad por el mayor número de noches de observación.

«Ya hay medidas preliminares que son extraordinarias. Todo el pronóstico es muy favorable a que sea una Reserva Starlight. En verano, podríamos hacer la auditoría presencial. Se puede optar por la certificación de Reserva Starlight a un auditor astronómico o si se apostara por la doble certificación como destino turístico Starlight se enviaría a un auditor astroturístico», señala Varela, que estima que antes de final de año todo el trámite estaría completo.

Conseguir doble certificación, como confirma la delegada de Economía, Empresas y Empleo, es el objetivo final de la Junta: «Está previsto que a principios de verano acaben las mediciones técnicas. Por parte de Starlight, hay que hacer también una auditoría turística. Se va a certificar toda la reserva al mismo tiempo», mantiene Susana Blas que valora que «el turismo de las estrellas, por otras zonas de la región que están certificadas, atrae turismo nacional e internacional que organizan viajes específicos de astronomía».

Sin duda, esta certificación, además de garantizar buenas condiciones ambientales para la observación de las estrellas ofrece una oportunidad económica. Así lo atestiguan científicos y aficionados al mundo de la astronomía.

«Era una idea que ya teníamos algunos y que era una necesidad para Guadalajara. También están Jaime Zamorano de la Complutense, Javier Pacheco de Alcalá de Henares, o también Javier Alcolea. Junto con un grupo de astrónomos aficionados que organizaron AstroGuada nos pusimos en contacto y nos dimos cuenta de que todos teníamos el mismo objetivo de poner en valor los cielos estrellados de Guadalajara como un recurso económico para la España despoblada», valora el científico de la Agencia Espacial Europea, Pedro Garcia-Lario, oriundo de Turmiel.

En este grupo de profesionales relacionados con el mundo de la astronomía hay que mencionar también al profesor de astrofísica Javier Busons, vinculado a Sigüenza, y que es el precursor del primer curso de monitores Starlight que se va a ofrecer en la Sierra Norte.

isla de oscuridad. Científicos y aficionados al mundo de la astronomía conocen la calidad de los cielos. «Nosotros estamos en una isla de oscuridad que compartimos con Cuenca, Teruel o Soria. La idea es que toda esa zona se vea protegida. Ahí estaría la reserva completa pero se va construyendo poco a poco. Necesitamos proteger grandes extensiones. Una reserva que tenga los territorios de Guadalajara, Cuenca y que no excluya los de otras comunidades autónomas que estén en nuestro entorno. La certificación acredita internacionalmente para que cualquier persona lo conozca cuando decida hacer un viaje. Sabe que el cielo tiene una riqueza que no le va a defraudar. Nuestra asociación hizo un trabajo previo de lo que ha dado a conocer a la Fundación Starlight y por eso hay tanta certeza de que vamos a tener éxito en el proceso de certificación», detalla el presidente de AstroGuada, Antonio Garcia-Blanco, que agrupa a 55 socios.

Existe el compromiso de la Junta de organizar un curso de formación de monitores o guías de astronomía tanto en Molina-Alto Tajo como en la Sierra Norte. No obstante, el grupo de desarrollo Adel Sierra Norte ha querido adelantarse organizando en colaboración con AstroGuada y Fundación Starlight un primer seminario para julio que ha tenido más de 120 solicitudes para 30 plazas.

«Hemos tenido un aluvión de inscripciones. Es un éxito que la gente vea la posibilidad de trabajo real que tiene esto. Salimos de una época dura para el turismo y esto puede reactivar para que el que ya se planteaba ir a un entorno rural pueda tener otras intenciones. Así, los alojamientos, independientemente de cuando se obtenga la certificación definitiva, pueden ir ofreciendo actividades y nos irá posicionando en el mercado turístico», comenta la presidenta de Adel Sierra Norte y alcaldesa seguntina, María Jesús Merino.

«Estos monitores van a empezar a trabajar de inmediato. Ahora mismo, hay demanda por parte de ayuntamientos para tener actividades de promoción de la astronomía y divulgación para este verano», asegura Antonio Garcia-Blanco.

AstroGuada, como confirma el científico Pedro Garcia-Lario, también tiene demanda del grupo de desarrollo molinés para celebrar otro curso en otoño.

El gran objetivo es aprovechar un acontecimiento único, un eclipse total de sol que ocurrirá en agosto de 2026. «Es una oportunidad que no se puede desaprovechar. El astroturismo es una oportunidad de desarrollo sostenible. El 12 de agosto de 2026 hay un eclipse total de sol. El último en España fue en 1906. Y la zona que queda totalmente oscura y el eclipse es visible es una franja de 100 kilómetros de ancho. Si conseguimos que para entonces tengamos esta certificación, y la gente supiera que pueden ver el eclipse y la lluvia de las Perseidas, tenemos la oportunidad de fidelizar a miles de personas», argumenta Garcia-Lario.

La oportunidad está servida para pequeños alojamientos y grandes, entre los que están los paradores, Sigüenza ya y Molina a partir de la Semana Santa del 2022.

Desde AstroGuada se considera fundamental, además, la construcción o habilitación de una red de miradores estelares, otra de telescopios instalados en alojamientos rurales o instalaciones municipales, así como un centro de interpretación que tuviera un planetario portátil, sala de exposiciones o para formación y telescopios operados robóticamente para ponerlos a disposición de aficionados que puedan utilizarlos desde sus casas en Europa. Es un proyecto ambicioso que puede ser muy rentable para estas comarcas despobladas.