Amenazados por una sexta ola en alza y el aumento de los contagios por la variante ómicron, las mascarillas, las vacunas y el sentido común serán los mejores aliados para evitar infectarse en la que será la segunda Navidad con coronavirus.

Estas fiestas, que llegan con menos restricciones, también van a ser muy diferentes por la mayor inmunización colectiva: en Nochebuena del año pasado ningún español había sido vacunado -la campaña de inmunización arrancó el 27 de diciembre-. Ahora, casi el 80 por ciento de la población tiene la pauta completa (dos dosis) y más de un 22 ha recibido el pinchazo de refuerzo.

Cuando todavía no han comenzado las fiestas, las restricciones sobre los encuentros navideños y el ocio nocturno son mucho más laxas a nivel nacional que en 2020. Sin embargo, el avance de la variante ómicron y la explosión de casos de las últimas semanas suscitan la necesidad de tomar medidas de protección personal para evitar contagios en las comidas y cenas entre familiares y amigos.

Como ocurre desde que estalló la pandemia, la ventilación y el uso de las mascarillas son los mejores aliados para minimizar el riesgo de contagio en los encuentros sociales siempre que nos encontremos entre gente vacunada, apunta Fernando Rodríguez Artalejo, miembro del Comité de COVID-19 del Colegio Oficial de Médicos de Madrid.

«Comer sin mascarilla y, cuando dejemos de comer, ponerse la mascarilla. Si la cena puede durar dos horas en vez de cuatro, mejor. Y también ventilar», enumera Rodríguez, quien cree que este año podremos hacerlo «todo con mucha más tranquilidad» que el pasado, pero aún tomando «más precauciones que en una situación de normalidad».

Otra cuestión es si realizarse un test de antígenos, de venta libre en farmacias, en las horas previas a una reunión es una medida efectiva y suficiente. El resultado de estas pruebas de autodiagnóstico plantea dudas por ser «menos sensibles que una PCR», como determina el Ministerio de Sanidad, por lo que puede dar lugar a falsos negativos.

Rodríguez ve prudente su uso en caso de que en las reuniones que celebremos vaya a haber personas mayores o vulnerables.

«¿Cuándo? Pues o un poco antes o, mejor, con 48 o 24 horas de anterioridad si luego nos vamos a cuidar mucho hasta las cenas», apunta.

«Una cosa es una cena familiar y otra cuestión es, ahora que hay un nivel de transmisión alto, acudir a espacios cerrados y actos de pie sin mascarilla, avisa este epidemiólogo.

Restaurantes, ocio nocturno y discotecas, explica, reúnen las condiciones perfectas para la propagación del virus. «Hay mucha gente moviéndose, se habla muy alto sin mascarilla y son el mejor ejemplo de donde puede haber contagios», manifiesta. Por ello, recomienda evitarlos, «si se puede».