El solar del antiguo edificio de los sindicatos, en la avenida Miguel de Cervantes esquina con la calle Pablo Picasso, albergará un nuevo aparcamiento disuasorio. La empresa taranconera propietaria, Trocons, ha cedido al Ayuntamiento el espacio, de alrededor de 750 metros cuadrados, hasta que construya el bloque de pisos previsto. 

«No sé sabe cuándo sería, y entre tanto hemos llegado a un acuerdo para la cesión gratuita por parte de esta promotora y vamos a hacer un aparcamiento que tendrá unas quince plazas», confirma el alcalde, José Manuel López Carrizo, que destaca que este céntrico solar se encuentra en una «zona interna, de mucho tráfico y complicada para aparcar». En este sentido, recuerda que el objetivo del Consistorio con este tipo de áreas de aparcamiento es «facilitar más el acceso de la gente a actividades comerciales».

De hecho muy cerca, en La Tejera, el Ayuntamiento está en negociación con los propietarios  para crear otro párking. «Estamos negociando una cláusula de cinco años de cesión ininterrumpida para que pueda amortizarse la obra que queremos hacer, que incluye la zona de aparcamiento y arbolado, en este caso son 1.200 metros cuadrados».

En el antiguo edificio de los sindicatos el aparcamiento contará con iluminación, asfalto y la pertinente señalización y pintura, pero «no lo vamos a dejar tan arreglado como otros de forma definitiva». Además, se ha decidido mantener la parte más baja del muro perimetral del inmueble para delimitarlo. 

El grueso de las tareas de derribo, que ya han finalizado, se llevó a cabo durante la semana pasada. 

En junio de 2021 el Pleno aprobó por unanimidad la recalificación a residencial del suelo del antiguo edificio sindical. La Junta aprobó nuevos usos del mismo, a través de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo, en agosto de 2021, para dar continuidad al tejido urbano existente y recuperar la funcionalidad del casco urbano en esa zona de la ciudad

Fue el año 2005 cuando el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales procedió a desafectar y permutar el inmueble que albergaba la Casa Sindical y a reubicar su actividad en tres locales de un nuevo inmueble del municipio. De esta manera, la antigua edificación se encontraba en ruina económica tras más de 15 años sin uso, en los que había sufrido múltiples actos vandálicos.