La IGP Lenteja de la Manchuela Conquense estará en 3 meses

J. López
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La asociación de productores espera que la nueva certificación reconozca la calidad de la legumbre

La IGP Lenteja de la Manchuela Conquense estará en 3 meses

La marca de calidad de la Lenteja de la Manchuela Conquense, que promueve la Asociación de Lenteja de la Manchuela Conquense (Alemancon) será una realidad dentro de tres meses. Ese es el tiempo que, presumiblemente, estiman los productores de la legumbre para tener este sello que distinga al producto. En palabras del portavoz del colectivo de agricultores, Miguel Luis Sidera, los productores quieren que el consumidor «valore, reconozca la marca de calidad, la garantía que presenta y pueda consumirla con toda tranquilidad». Como figura de protección, la asociación ya ha solicitado el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP).

En este proyecto, además de varios ayuntamientos de la comarca, colabora la Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense (Adiman), grupo de acción local que presta soporte técnico para que la figura sea una realidad.

Alemancon cuenta en la actualidad con cerca de 40 agricultores de la comarca, que agrupa a varios municipios, si bien tiene su sede en  una cooperativa de aceite de Campillo de Altobuey. La intención, no obstante, es que todo agricultor que produzca lenteja pueda sumarse a esta iniciativa, para así distinguir la lenteja cosechada en la zona con este sello propio. En ese sentido, el portavoz afirma que «se espera que cuando esté todo en marcha el agricultor se asocie». Es más, asegura que «hay mucha gente que cultiva lenteja y aún no está dentro de la asociación».

Sidera recuerda que los productores iniciaron en 2002 su interés por agruparse y tramitar este tipo de protección que reconoce la calidad. Sin embargo, ha habido que esperar varias años para que en 2016 el colectivo decidiese comenzar de nuevo con el proceso para obtener el certificado. «Ahora parece ser que va a ver la luz, según nos han dicho desde la administración», indica.

Asimismo, el colectivo que agrupa a los productores de lenteja ya trabaja en la imagen y el logotipo que lucirá el nuevo sello. Aparejada a la concesión de la IGP, se espera que «en el momento que ya esté el sello de calidad, lo demás pueda presentarse también. De nada serviría tener el sello de calidad antes y no saber qué hacer con el producto después». 

de buena cochura. La meteorología, temperaturas y precipitaciones, la altitud a la que se encuentra la comarca y las características de suelo aseguran el éxito de esta legumbre. «La lenteja castellana tiene su particularidad por el tipo de terreno que tenemos en esta zona de la Manchuela», indica el representante de los productores de la legumbre que, entre otras cualidades, destaca que «tiene una cochura muy buena, no se despelleja y no se hace un puré a la hora de cocerla. Si la piel se desprende al cocinarla no es agradable al paladar».

El calibre de esta lenteja es de entre los seis y los nueve milímetros, pero se le distingue por su tono verdoso y por unas manchas típicas que se denominan morunas. «Esta es una peculiaridad que hace que se diferencie de otras variedades. De las lentejas castellanas es de las más grandes», señala.