Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Gensanta

30/06/2022

Abandonamos por una semana la revisión de la actualidad local para sumergirnos en el alocado noticiero nacional que no deja de regalarnos todo un rosario de actualidad, cuyas cuentas no dejan de sorprendernos una y otra vez.
Ya no recordamos cuánto tiempo hace que el precio de los carburantes era accesible para la mayoría de los bolsillos. Al problema que crea el insostenible precio del llenado de un depósito, hay que añadirle esa vaga sensación de estar viviendo en un mundo paralelo en el que poco o nada podemos influir para recuperar un precio asequible para todos. Claro que, por otra parte, los que gobernaron, gobiernan (y gobernarán) han ido adormilando el nervio de la reclamación, de la lucha por lo que es justo, dejando nuestra queja para la tertulia del café mañanero. Más allá de eso nada ni nadie. Nada hacemos, ni nadie nos atrevemos a dar un paso al frente para exigir al gobernante que dé pasos firmes y seguros con el fin de corregir, de una manera casi inmediata, una realidad que nos está ahogando a todos. Vamos, que estamos disfrutando como aquel vaquero que se hundía en un terreno de arenas movedizas. Por más que nos movemos más nos hundimos, contemplando ojipláticos como suben los dígitos del surtidor de una manera imparable.
Parece que todo lo achacamos a la vil guerra de ocupación de Ucrania ¿sube el gas? Es por la guerra. ¿Sube la luz? Ya sabes que hay guerra en Ucrania. ¿No puedes comprar fruta? Pues es que hay problemas en el este de Europa…todo lo estamos refiriendo a esta triste realidad. Pero, me pregunto, siendo consciente de la realidad bélica en la que estamos inmersos, ¿qué pueden hacer nuestros gobernantes para que vivamos aceptablemente? Para eso han sido elegidos, para que nuestra vida de hoy sea mejor que la de ayer y llevamos semanas que eso no se cumple. O al menos esa es la sensación que tenemos.
Al problema del carburante hay que sumarle el del gas y, por ende, el de la luz. Usas la app de turno para saber a qué hora puedes permitirte el lujo de usar el lavavajillas, si no acabas antes lavando los vasos a la vieja usanza. Nos explican que han puesto un tope, que vamos a ver el resultado de una manera inminente pero la realidad es que seguimos pagando una factura muy elevada, a pesar de que nos dicen que sería muchísimo peor si no hubieran puesto ese tope. Y todo eso en un país que debería estar sembrado de placas solares para usar el regalo divino del sol. No entiendo nada.
Y como consecuencia todo, todo es hoy muchísimo más caro que hace unas pocas semanas. Empieza a ser un lujo comprar determinadas frutas, consumir según qué carne y casi es ciencia-ficción sorprender a tu pareja con un pescado fresco bien hecho. Vaya, que a este paso nos va a quedar un invierno de los de antes, concretamente de los del XIX.
Al menos algo hemos avanzado. El ejército del aire se llama ahora ejército del aire y del espacio. Gensanta que diría Forges.

ARCHIVADO EN: Crisis Ucrania, Ucrania