La siniestralidad laboral cayó un 13% en la provincia

V.M.
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Cuenca se desmarca de la tendencia al alza del resto de la comunidad de Castilla-La Mancha y registra un centenar menos de accidentes hasta el pasado mes, según los datos del Ministerio de Trabajo

El sector de la construcción sumó cerca de un centenar de accidentes durante los tres primeros meses de 2022. - Foto: Reyes Martínez

Los datos de la Estadística de Accidentes de Trabajo relativos al primer trimestre del año publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social desvelan que la provincia de Cuenca fue la única de Castilla-La Mancha donde la siniestralidad laboral experimentó un descenso respecto al mismo período de 2021, concretamente una bajada del 13,8%, mientras que el mayor incremento de accidentes se registraba en Guadalajara, con un 15,8% más, seguida de Albacete, donde subieron un 12%, Toledo (7,8%) y Ciudad Real (5,8%). 

La lacra de la siniestralidad laboral, que se ceba especialmente con esta región, despide este trimestre con datos positivos para Cuenca que invitan a pensar en un reforzamiento de las medidas necesarias a adoptar en el marco de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. 

Entre enero y marzo de este 2022,  la Seguridad Social contabilizó 709 accidentes de trabajo con baja (113 menos), de los cuales cinco fueron graves, es decir uno menos que hace un año, aunque en este caso hay que contabilizar un siniestro mortal, mientras que el pasado año no se registró ningún fallecido.

En lo que a situación se refiere, el 94,7 por ciento de los accidentes laborales ocurridos entre enero y marzo se produjeron en el transcurso de la jornada, por el contrario sólo un 5,3% fueron in itinere, un total de 37, lo que representa una caída del 24,5% respecto al primer trimestre de 2021; también cabe apuntar que la siniestralidad en jornada tiende a la baja, aunque en menor proporción: baja algo más del 13%, con un centenar de accidentes menos.

Si nos detenemos en la diferenciación entre trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia, es más que notable la diferencia en materia de siniestralidad que sufren los empleados asalariados, así el 91,2% de los accidentes laborales se computan en este colectivo (647), modalidad donde se registra la única víctima mortal, aunque nuevamente observamos una caída respecto al primer trimestre de 2021, cuando se sumaron un centenar más de siniestros.

En profesionales autónomos también se constata un descenso en variación anual, ya que los 62 trabajadores por cuenta propia que sufrieron un accidente representan un 18,5% menos que en 2021, cuando llegaron a estar afectados por esta causa 76 autónomos.

Finalmente, por sectores de actividad económica continúa siendo la industria manufacturera la que acapara un mayor índice de siniestros en la provincia, con 173 accidentes de trabajo con baja, seguido de agricultura y ganadería, un área donde se contabilizaron 104, construcción con 91, comercio y reparto con 69 y transporte y almacenamiento, donde hubo algo más de medio centenar.

Reacciones. El secretario provincial de UGT en Cuenca, Vicente Martínez, valoraba positivamente los datos, aunque advertía que «no podemos bajar la guardia, sí es cierto que tenemos menor siniestralidad pero también menos tejido empresarial, así que debemos continuar trabajando por aumentar ese número de empresas y por llegar a ellas a través de los comités de seguridad y salud laboral, como en aquellas empresas de menor tamaño que también tengan sus representantes de seguridad y salud; un  trabajo éste en el que desde UGT pensamos deben asumir un papel importante los sindicatos de clase, porque está demostrado que donde hay representación se registra una menor siniestralidad».

Por su parte, María José Mesas, secretaria provincial de CCOO, tras recordar que la seguridad y la salud laboral son un eje central de la acción sindical, también se felicitó por esta reducción de los siniestros, «ya que nuestro objetivo siempre ha sido y será lograr cero accidentes mortales».

«Es un poco prematuro para hablar del año 2022, tenemos que esperar a finalizar este ejercicio y ver las cifras que nos deja -continuaba-, ahora bien el 2021 dejó un 21% más de accidentes con baja respecto a 2020, cierto es que se redujo significativamente la siniestralidad en la provincia, algo también debido a que ese año fue especialmente duro».

Mesas también hizo un llamamiento a mejorar el sistema de registro y calificación de los accidentes e instó a «reforzar la visibilización de la enfermedad profesional, que está infrarregistrada, pero también mejorar la calificación del tipo de accidentes, ya que, a veces, el accidente grave o muy grave se camufla como leve».