Creatividad y reciclaje para dar a los muebles otra vida

R.L.C.
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Ana Bastanta regresa al pabellón de ferias y muestras Ciudad de Tarancón para acompañar a una docena de alumnas en la reconversión de piezas que guardan múltiples historias.

El taller de reciclaje de muebles se ha celebrado del 20 al 24 de junio en el pabellón de ferias. - Foto: AYTO.

Aprender a reutilizar, reparar, renovar o reciclar materiales y productos que ya existen en los hogares todas las veces que sea posible para crear un valor añadido ha sido el objetivo principal del taller de restauración de muebles que se ha desarrollado del 20 al 24 de junio en el pabellón de ferias Ciudad de Tarancón coincidiendo con la Semana de la Economía Circular.

Organizado por la Concejalía de Medio Ambiente, Agricultura y Cambio Climático, ha sido impartido por Ana Basanta, que fue profesora de la Universidad Popular de la localidad entre 2002 y 2010. «Hemos querido concienciar sobre que las cosas en vez de tirarlas se pueden transformar, que algo que a simple vista no lo parece puede ser útil», afirma la conquense experta en restauración de muebles, que en su más de 30 años impartiendo talleres también ha llegado a vecinos de Horcajo de Santiago, de Fuentes, Palomera o Molinos de Papel, y ahora sigue con las clases junto con un compañero en la calle Antonio Maura, 2 de la capital.

Convertir una silla en un perchero, en una jardinera o en una mesa, o a partir del respaldo de una silla crear un taburete con un nuevo tapizado, son algunos de los trabajos que han realizado en Tarancón una docena de alumnas a partir de técnicas como el encordado y la limpieza en reciclaje, que es igual a la que se desarrolla en restauración. y detrás de cada pieza hay sin duda una historia que muchas veces cambia o crece con el descubrimiento que se va haciendo al analizarla para restaurarla, «nos encontramos a veces inscripciones u otros pequeños tesorillos, que no tienen un valor material, pero que sí nos ofrecen datos sobre su época y demás», comenta Basanta al referirse a un sillón descalzadora de los años 20 de la que se ha encordado el asiento manteniendo la tela del respaldo original. La fiebre del reciclaje a la hora de reelaborar piezas de temporadas anteriores, para reutilizar recursos que generalmente se desecharían va ligada a la posibilidad de potenciar la creatividad, y de relajarse. Detrás de cada pieza que llega a talleres como el de Tarancón hay un motivo. 

Desde el mundo del interiorismo, Ana Basanta empezó a impartir clases ante la demanda que se encontró de personas que querían aprender restauración de muebles, y aclara que «esto no es carpintería, ni ebanistería, ni ser conservador o restaurador, y esto no es tal fácil, yo en la carrera estudié tres años Historia de las Artes Industriales». Aunque quizá en los últimos tiempos más de moda, la restauración de muebles no es algo nuevo pero sigue haciendo falta toda una labor de concienciación en torno a lo que implica llevar a cabo la reconversión de cada pieza. 

«Hay que respetar la historia que ha tenido el mueble»

Ana Basanta reivindica la importancia de «respetar la historia de cada mueble, al final no deja de ser un bien cultural menor» y reniega del cambio de concepto actual en el que «existe mucha mala información que se difunde por internet, recetas que sin unos conocimientos previos no todo el mundo puede aplicar así como así, y la gente está preocupada por lo que llaman decoración y no es tal».