Está convencido de que el Partido Popular saldrá «reforzado» tras el congreso del 10 de julio. Una cita que servirá para reelegirle en el cargo que desempeña desde el año 2012. Benjamín Prieto da el paso, asegura, porque ha notado el «aliento» de los militantes y por «lo que está pasando en la calle». Y todo a pesar de existir corrientes críticas a las que tiende la mano para construir un nuevo PP en Cuenca. Las alternativas, subraya, «fortalecen», eso sí, «siempre y cuando no estén ocultas».

¿Más tranquilo una vez que ha pasado el corte de los avales y es el único candidato a la presidencia?

Estoy igual de tranquilo y de seguro que hace un mes o hace dos años. Estos días he desarrollado una actividad condicionada por los reglamentos del partido, una vez convocado el congreso, pero por lo demás mi estado ha sido el mismo. No he dejado de hacer cosas que hiciese antes, incluso desde que se empezó a rumorear, porque ha sido un precongreso de dos años y eso a mí no me ha condicionado ni en visitas ni en actividades.

Desde hace meses se hablaba de quién podía ser el nuevo presidente provincial y usted siempre se mantuvo en sus trece de no pronunciarse hasta llegar el momento...

Efectivamente, ese fue nuestro planteamiento desde que en octubre o noviembre de 2019 se empezó a barruntar que iba a haber un congreso. Mantuve que había un mandato y que lo iba a cumplir, que venía reforzado por los cargos públicos que salieron de las elecciones y por los afiliados. Además, no quería condicionar por una actividad interna nuestra lo que el PP tiene que defender y proponer en las diferentes administraciones. Sería una dejación de funciones si te centras exclusivamente en una dinámica interna y no das respuesta a lo que se te pide.

¿Es consciente de que no era el candidato oficialista que quería región?

Bueno, yo lo que he demostrado es que soy el candidato de mis afiliados, de mis pueblos y que he presentado más de 900 avales. Ese era el candidato que se presentó en 2012 y 2017 y que se va a presentar ahora.

De acuerdo, ¿pero qué siente cuando sabe que por todos los medios posibles se le ha intentando montar una opción alternativa?

Siento tranquilidad, lo que no sé es qué sienten los que han estado buscando esas alternativas, ha llegado el 15 junio y no han dado un paso adelante, salvo algunos ocultos en siglas, acrónimos y en generar a la militancia y a la sociedad una incertidumbre innecesaria. Mira, llego casi diez minutos tarde a esta entrevista porque viniendo para acá habré hablado con más de 40 personas y no todo son militantes. Como persona con vocación de servicio público tengo que abrir el partido a la sociedad.

¿Le han animado a echarse a un lado porque tocaba hacer renovación? ¿Génova le ha llegado a ofrecer algo para que así fuera?

A mí lo que me ha llegado es el ánimo de muchos militantes para que siguiese adelante y por eso estoy aquí. Si yo no hubiera tenido ese aliento y esa iniciativa, hubiese sido el primero en no dar el paso.

Será el único candidato de la región que repita en el cargo. ¿En algún momento se planteó dar un paso al lado o siempre tuvo claro que quería concurrir a la reelección?

Mis pasos, te vuelvo a insistir, los he dado acompasados a lo que decenas de alcaldes y personas que han estado en labores de gobierno me han ido demostrando durante este tiempo. Posiblemente esto se hubiera parado hace meses si no hubiese habido ese espíritu y ese ánimo. Ahora lo que le toca al Partido Popular es que tiene que estar no solo con ánimo, sino con la ilusión de que con este congreso se le fortalece.

Imagino que ha habido momentos muy difíciles por toda la marejada que ha habido dentro. Casi un Manual de Resistencia, pero a lo Benjamín Prieto y a lo conquense…

(Risas) Mi manual no era de resistencia, sino de confianza en muchas personas que durante años han trabajado. Estoy convencido de que en las próximas elecciones el PP saldrá fortalecido y el comienzo es ahora. Si no hay esa claridad y esa determinación, mal haríamos.

Presentó más de 900 avales, una cifra que sorprendió. No sé cuántos recibieron luz verde... ¿Cómo valora un respaldo tan importante?

A priori, hemos procurado que sean todos válidos, porque sabíamos los requisitos que tenían que tener porque si no te puedes llevar una ingrata sorpresa. Por otro lado, una vez cerrado el plazo, en la sede habrá cien avales más de personas que han querido demostrar su apoyo. Creo que es muy importante para que afronte los días que restan para el congreso con más fuerza y seguridad.

Es un apoyo, entiendo, muy disgregado por todo el territorio provincial. Otra cosa es la capital…

Esa leyenda de que en la capital Benjamín Prieto no tenía apoyos la puedo desmontar en 30 segundos… 

Desmóntemela…

La desmonto diciéndote que de esos 900 avales, 180 son de la capital. Ese es para mí un ejemplo de respaldo. Hay un importante apoyo de personas que quieren hacer este camino dentro del equipo que se forme a partir del 10 de julio. 

En la fotografía de la presentación de candidatura no veíamos a prácticamente nadie de la capital. ¿Qué opinión tiene de las corrientes críticas que hay en Cuenca?

Las corrientes críticas, esas personas que estaban tan fortalecidas y reforzadas, han tenido una oportunidad de oro de presentarse. Yo podría haber presentado prácticamente dos candidaturas con los apoyos de la capital si nos referimos al mínimo de los 75 avales. El día de nuestra presentación solo había tres o cuatro personas de la capital, sí, pero lo importante es que ese puzzle provincial de todo el territorio se ve representada en los avales. No hay comarca que no haya quedado reflejada. Me da igual un pueblo que tenga 15 habitantes o 15.000. Una de las partes de mi discurso es la lucha contra la despoblación y para mí es más fácil llegar a un sitio donde haya 150 afiliados que a otro donde solo haya tres, pero es una filosofía interna.

Recalca que esa corriente crítica también podía haberse presentado. ¿Por qué cree que no lo han hecho? ¿Existe miedo a Benjamín Prieto?

En la presentación de la semana pasada una de las cuestiones en las que hice énfasis fue en que no veo a ninguna corriente crítica como un problema para el partido. Es más, creo que las críticas constructivas son buenas y que haya una alternativa no es malo, fortalece, porque algo se podrá aprender, pero siempre y cuando no esté oculta.

En esa intervención, precisamente, me pareció ver un Benjamín Prieto más conciliador. No sé si existe esa intención de reunificar a todas las corrientes del partido…

No tengo ningún propósito de excluir a aquellas personas que quieran trabajar, dedicar tiempo y conocimiento en sanidad, educación, transportes, medio ambiente, infraestructuras, agricultura… Mi obligación es escuchar y, de cara a que la sociedad nos vea con mayor representatividad, acoger a quienes tengan esa voluntad de trabajo.

¿Incluso a los que han sido críticos?

Incluso a los que han sido críticos. Son personas que en un momento determinado han visto cosas que se podían mejorar y así es como conceptúo a los críticos. Y aquí como en cualquier otro partido o en cualquier otra provincia.

¿Cómo es la relación con la cúpula regional que preside Paco Núñez?

La relación con región es que mi único objetivo es que Paco Núñez, de aquí a dos años, sea presidente de la Junta. No es solo porque a él o a mí nos vaya bien, sino porque le va a ir bien al partido en Cuenca y a los conquenses. Ese objetivo es el que ocupa mi trabajo a partir de ahora, pero también antes. A mí no me tiene nadie que inculcar ningún cambio en el sentido de que sé los objetivos que tiene el partido regional y son compatibles con mi presidencia.

¿Ve consistente y fuerte el liderazgo de Núñez para asaltar la Junta?

Los partidos no pueden estar revisando constantemente… Si se hace un congreso, adelante con lo que pasó en ese congreso. No podemos autocombustionar o empezar nosotros mismos a cuestionar lo que en un congreso se aprobó o determinó. 

Le preguntaba por la relación con región... ¿cómo es con Génova?

La relación está dentro de la normalidad. Con Génova no ha habido ningún roce ni se ha cuestionado en ningún momento ninguna arista que haya habido entre el partido provincial y el nacional. Ha sido al revés. El PP de Cuenca con Génova tiene una relación excelente y lo seguirá siendo a partir del 11 de julio. 

¿Por qué da el paso y cuál es el PP que quiere a partir de ese día?

Doy el paso no por lo que esté pasando en mi partido, sino por lo que está pasando en la calle. Porque nuestra provincia no se merece perder oportunidades. No se merece que hoy esté cuestionada la continuidad del ferrocarril convencional o que el Gobierno de Page haya metido en el último cajón la autovía del Júcar. Esta provincia, cuando hemos gobernado, ha tenido más oportunidades. El PP ha tenido mayorías absolutas que han favorecido a la provincia. Mi objetivo es que el partido sea una herramienta para la sociedad y que salga reforzado de este congreso.

¿Qué nota le pone a los dos años de alineación de administraciones?

Esa alineación no podía ser más perversa para Cuenca de lo que ha sido. Aquellos que vaticinaban toda la serie de bendiciones y los acólitos que los acompañaron para consolidar aún más las mayorías han demostrado que era todo un gran engaño porque no ha habido más voluntad. Ha sido consolidar los gobiernos nacional, regional, provincial y local para coger una hoja de ruta interna del PSOE para dejar al lado los proyectos que podrían ser de interés para Cuenca y los conquenses. Hemos pasado el ecuador de la legislatura y las excusas no valen... Obras son amores y no buenas razones.

¿Cuál es la clave del éxito para recuperar todo el terreno perdido?

Un porcentaje importante, estoy convencido, son las personas. Personas que vengan a la vida pública con la voluntad, guiada por el altruismo, de que van a dar más de lo que van a recibir. Conozco a muchísimas personas que han pasado por las instituciones y que han dejado todo su tiempo y su buen hacer para los demás. Cuando la sociedad vea en esas personas referentes, son las que van a recibir su confianza. 

¿Volverá a ser el presidente de la Diputación Provincial en 2023?
Eso será el partido, como en 2015 o 2011, el que lo diga. Pero ese no es hoy mi objetivo. Mi objetivo es ayudar a muchas a personas. 

Será el partido el que lo decida, de acuerdo, pero ¿le gustaría?

A mí no sólo me gustó, sino que además me sentí muy satisfecho por transformar, en parte, mi provincia y haber dejado unos cimientos sólidos. Lo que me da pena es aquellos que no solo se han dedicado a parar y a suspender, sino a no poner encima de la mesa alternativas por mucho que se rellenen discursos que se quedan luego en algo hueco. 

Cómo ve la estructura del partido a nivel provincial, tocado en muchos municipios importantes. ¿Qué labor de cocina hay que hacer ahí?

No voy a sacar aquí el listado de los pueblos en los que gobierna el PP y en los que no, pero tengo que recordar que el Partido Popular gobierna en unos 115-118 pueblos, incluso a la par que el PSOE. Se perdieron pueblos, pero también se ganaron; el PP tiene hoy las mismas alcaldías que en 2015, pero sí es cierto que donde había un mayor peso poblacional, como es la capital, se perdieron apoyos. No voy a poner una venda en los ojos a las realidades que haya... donde se haya ganado habrá que contar con él, y donde no habrá que contar con esa persona porque habrá hecho una labor también interesante.  

¿Cuál es la hoja de ruta desde ahora hasta el congreso del día 10 de julio?

Una vez que ya soy candidato, estos días podían ser de relax, pero no, es un tiempo precioso y necesario para que se llegue más fortalecido al congreso, para que dé tiempo a hablar con más personas. Será ese día en el que se confeccione al cien por cien el equipo. Estos días serán claves para decidir con qué personas se quiere trabajar durante los próximos cuatro años. 

¿Ya tiene concretados algunos nombres de su guardia pretoriana?

Estos días son en los que se va a cerrar el equipo. Tengo que escuchar a muchos militantes. 

¿De quién es más Prieto, de esa vertiente de Casado más pegada al centro o de Ayuso, a veces más a la derecha de la derecha?

Yo, que me afilié al PP en la época de Aznar, que he sido presidente del partido en la etapa de Rajoy y que he estado ahora con Casado, aglutino todas las sensibilidades que el Partido Popular pueda tener. Fue un gran acierto hacer una refundación del centroderecha y ese gran acierto no se puede ni disolver ni perder. Yo me quedo con todo lo que ha ido aportando el partido que fue gobierno durante muchos años y el que va a ser alternativa de gobierno. 

Le veo positivo. ¿Cree que España se volverá a teñir de azul en 2023?

Hemos visto cómo se ha teñido hace nada Madrid, y creo que eso es más posible que nunca.