Si algo tiene la Navidad es una tremenda capacidad de remover emociones, ahí reside su magia, que se viva como se viva, lograr protagonizar cantidad de historias, la mayoría enternecedoras y que en ocasiones incluso hacen que se escapen unas lagrimillas.
Una de esas historias, un auténtico cuento de Navidad, está en She, el anuncio navideño de la firma de whisky J&B, que está siendo uno de los más vistos de este año (aunque no en televisión al tratarse de una marca de bebida alcohólica). Y dentro de este cuento, sobre la aceptación en la familia de una nieta transexual, hay otros muchos. Rodado en la localidad de Uclés, también aparece en este spot la mítica tienda Comestibles Ramón de Tarancón, con 40 años de historia.
«Buscaban una tienda antigua de las de toda la vida y desde Uclés, clientas nuestras, les pusieron en contacto con nosotros, al principio creíamos que era una broma, pero luego ha sido toda una experiencia, más en Navidad», apunta Pilar Yunta García, que junto a su marido Ramón Martínez Zarco, son los propietarios de este establecimiento, el único que existe en el casco antiguo taranconero desde hace años.
Dulces, fruta, pan, detergente, en ella se puede comprar casi de todo, y además el trato es único. «Aquí nos preocupamos por los clientes, son como familia, me han tenido a mis hijos cuando eran bebés y yo tenía que despachar y después de tantos años siguen viniendo», cuenta Pilar, mientras atiende a una de las vecinas de la zona y pregunta a otra por su salud. Y es que, igual que se muestra en el anuncio She, en el día a día de Comestibles Ramón está presente la solidaridad entre generaciones, también la soledad y otros problemas callados de la vida de los pueblos, de la España vaciada... La campaña realizada por El Ruso de Rocky ha querido dar voz a una de las muchas inquietudes sentimentales que llegan a la mesa de la Navidad, que están en la sociedad y tanto pueden alejar a las personas de su familia por incomprensión o falta de tolerancia. «Estamos muy avanzados en la sociedad sí, pero luego cuesta que se acepte por parte de la familia a la generación trans por ejemplo», comenta Pilar, al frente del negocio mientras su marido hace llegar alimentos y productos básicos, en muchos casos a domicilio, a pueblos de la comarca como Zarza de Tajo, Barajas de Melo, Illana, Villarejo Fuentes, Tribaldos o Uclés.
Como le pasa al abuelo del anuncio (con una de las canciones de la banda sonora de la película Nothing Hill como melodía), en Comestibles Ramón se practican valores como la empatía o la inclusión. Comprar aquí es toda una experiencia, nueces de Cuenca, mantecados de Toledo, borrachos de Tarancón, promocionan lo cercano, transmiten cariño y, en muchos casos, cumplen una auténtica labor social. «Tenemos gente a la que fiamos porque si no no podría, y no tienen posibilidad de comprar en otro sitio, también hacemos de oficina de turismo cuando viene gente de fuera», señala Pilar, que recuerda como esta tienda, antes de familiares de su marido, fue el primer supermercado que hubo en Tarancón. «Hemos luchado contra viento y marea, mucho tiempo teniendo incluso un supermercado en frente, intentando dar nuestro toque siempre, y aunque hemos pasado muchísimo aquí estamos, viviendo otra crisis más», añade.
Como está pasando con uno de los anuncios más virales de estas fiestas, que toca realmente la fibra de la emoción, acudir a Comestibles Ramón, en la plaza de la Constitución de Tarancón, deja huella.