Un gran desastre, con consecuencias fatales para la población de Víllora. Esas podrían haber sido las consecuencias del incendio declarado este domingo por la tarde si las intensas labores de extinción y la lluvia que cayó con intensidad no se hubiese producido horas después. A última hora de la tarde del domingo, las llamas se propagaban como la pólvora por la gran cantidad de maleza y por la madera apilada que quedó en el monte tras el temporal Filomena de enero. Combustible que según el alcalde de Víllora, José Ramón Ubiedo, contribuyó a que el fuego rodeara la localidad entrada la noche y se acercase a unos 500 metros de la casas.
Cuando peor se ponían las cosas y las llamas alcanzaban los 150 metros de altura, la tormenta de agua hizo acto de presencia y logró extinguir buena parte del incendio. Gracias a esta circunstancia no solo se ha controlado a primeras horas de la mañana si no que se espera, en palabras de Ubiedo, que esté totalmente extinguido a lo largo de la tarde. “Nos ha venido Dios a ver”, dice el alcalde, que cuenta que el origen del incendio se sitúa en el cruce de la CM-2109 con el río San Martín, “en una zona muy quebrada”. Seprona y agentes medioambientales investigan en estos momentos las posibles causas que provocaron el incendio.