Cola de caballo, agracejo, achicoria, orégano silvestre, escaramujo, espino blanco o una gran cantidad de avellanos y otras especies autóctonas pueden apreciarse desde esta semana en la nueva senda botánica inclusiva de Villalba de la Sierra. Junto al río Júcar y en la zona de aparcamiento de El Tablazo parte este camino que, gracias al patrocinio de Santander Fundación y la labor desinteresada de la Asociación conquense Marah-Nui, ofrece información detallada de la vegetación medicinal que se pueda hallar en la ribera. El Ayuntamiento villalbero colabora en este primera ruta que continuará en otras localidades serranas. 

El recorrido, de unos 900 metros y una hora de duración aproximada, cuenta con seis paneles informativos con plantas de la zona. La información no solo ofrece el nombre común y el científico de las plantas, sino que además expone el uso que se hacía de ellas antiguamente. Además, uno de los bellos atractivos de la ruta es una antigua noria que eleva agua de un canal para que los huertanos de la zona puedan regar. 

El senderista también tiene la posibilidad de obtener más información a través de códigos QR que pueden activarse con su dispositivo móvil. La aplicación le lleva a una página web que dispone de audios para que las personas con discapacidad visual puedan escucharla. Además, en los paneles se ha colocado un código braille para que los usuarios invidentes pueden obtener la información de cada especie. 

Plantas medicinales e inclusivasEl proyecto inclusivo también pretende integrar en las visitas de colectivos con discapacidad otros grupos de usuarios, caso de familias, y trasladar la experiencia a otras cinco localidades. Es decir, en 2021 se establecerán otras rutas botánicas en las localidades de Las Majadas, Huélamo, Valdemeca, Palomera y Cuenca, con información detallada de la flora existente. «La intención es tener un calendario concertado de visitas durante siete meses, con personas con discapacidades y sin ellas, que participan de una visita guiada al sendero botánico y, posteriormente, de una actividad turística para que conozcan el Parque Natural», cuenta Samuel López, impulsor de la iniciativa y presidente de la Asociación Marah-Nui, que añade que en algunas de las rutas se pretende realizar exposiciones comunitarias en los salones de actos de las localidades, para que la propia población interactúe con esta propuesta natural y turística.

Los visitantes y colectivos que quieran participar de estas actividades pueden informarse y rellenar el formulario de inscripción en la página web (marahnui.org) de la asociación que trabaja para la conservación del hábitat del río Júcar y de la Serranía de Cuenca. 

Aspadec. Cuatro miembros de la  Asociación de padres y amigos de personas con discapacidad intelectual de Cuenca (Aspadec) participaron, junto a la gerente del centro especial de empleo Mari Luz Muñoz, en el estreno de esta senda botánica.  

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