Dos estilos, un solo PP

Maricruz Sánchez (SPC)-Agencia
-

Entre la moderación de Feijóo y la crudeza de Ayuso hay dos discursos políticos con sello propio que comparten el mismo objetivo: desalojar a Sánchez de la Moncloa y pintar el mapa de España de azul en un 2023 electoral

Dos estilos, un solo PP - Foto: JUAN CARLOS HIDALGO

Dos generaciones distintas, dos estilos personales diferenciados y dos historias de éxito en las urnas. Bajo las siglas del PP convive más de un acento político y un claro ejemplo de ello se evidencia en la figura de su líder, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Dos emblemas populares que, pese a las marcadas distancias que hay entre el discurso moderado del primero y la crudeza del de la segunda, caminan juntos en la consecución de un único objetivo: desalojar al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de la Moncloa, y vencer con mayorías holgadas en los comicios previstos para 2023 para gobernar en solitario.

Este doble rol presente en el partido y que tanto critican las fuerzas de la izquierda para intentar dañar la imagen de Feijóo y la relación que mantiene con la dirigente autonómica es, en realidad, «una fortaleza» según fuentes de Génova, donde se resta importancia a las ocasiones en las que la madrileña se aleja del discurso de su líder. Ocurrió con el aborto de las jóvenes de 16 años, la intervención del mercado energético o la negociación del Consejo General del Poder Judicial, denostada por una Ayuso contraria a pactar con el PSOE. 

En Génova han visto, además, como la presidenta madrileña acusaba a Sánchez de querer a la oposición en la cárcel, como en Nicaragua, la publicación de un mensaje en el que avisaba a Feijóo de que el Gobierno engañaba al PP con la sedición o a la madrileña argumentando que no puede esperar al teletipo de Feijóo para opinar.

Su última acusación al inquilino de la Moncloa, la de pretender instalar una «república federal laica de facto», la hizo en la misma jornada en la que el líder de la oposición pidió a los suyos serenidad, moderación y huir de radicalismos e histrionismos, un mensaje que según Génova no se dirigía a la presidenta madrileña.

Pese a las aparentes contradicciones, el líder del PP no ha chocado con la dirigente de Madrid ni enmendado sus declaraciones, y en su equipo evitan también cuestionarla, explicando que la Comunidad de Madrid es de centro derecha y que en la región los ciudadanos atienden a los asuntos nacionales por encima de las cuestiones locales.

Ambos líderes siguen posando juntos en las fotos que difunde el partido y miembros de la dirección arropan a Ayuso en sus eventos y viceversa (con la vista puesta ya en las municipales, autonómicas y generales del año que viene), al contrario de lo que ocurría en los meses previos a la crisis que acabó con Pablo Casado fuera del liderazgo del PP. Aunque Ayuso marca el debate nacional como hacía entonces, ahora se evita el choque, en una relación que recuerda a la que Mariano Rajoy mantuvo con Esperanza Aguirre.

Por otra parte, Génova evita siempre referirse a asuntos que afectan a la presidenta, como las protestas de médicos en su comunidad. Que Ayuso culpase de jalear estas manifestaciones a los intereses políticos de la izquierda no gustó a algunos sectores del PP, que apuntaron a que la Sanidad y la Educación son los temas que marcarán la hoja de ruta electoral autonómica, mientras otros dirigentes de peso restan importancia y niegan un perjuicio electoral.

Feijóo no se ha querido pronunciar sobre la falta de facultativos en Madrid, un problema que, por otra parte, el PP recuerda que es común a todo el país, y para el que pide un pacto nacional.

El espejo andaluz

En las filas de la principal fuerza de la oposición admiten que la dialéctica de Ayuso no es la misma de Feijóo, cuyo mantra apela al centro político en contraposición a la campaña del insulto y el desprestigio que el propio gallego ha denunciado mantiene el PSOE en su contra. 

Y es que, para el que fuera presidente la Xunta y acreedor de cuatro mayorías absolutas consecutivas al frente de esta institución, el año que viene el PP tendrá la oportunidad perfecta para teñir de azul el mapa de España. Para eso se necesita seducir no solo a los votantes de derecha, sino también a los muchos desencantados de la izquierda con las políticas del Gobierno del PSOE. Este modelo es el de Juanma Moreno en Andalucía: mensajes moderados que convenzan a un electorado socialista y decepcionado con el sanchismo.

Moreno es el barón de más peso en la formación conservadora gracias al aval de su mayoría absoluta en los últimos comicios de junio. Ayuso aspira ahora a emular su éxito en mayo. Para lograrlo, los populares están multiplicando sus mensajes a los barones socialistas, a los que dirigentes del PP han pedido desde sus autonomías que rechacen iniciativas como la reforma de la sedición. La meta, admiten, no es tanto lograr que se rebelen, como desgastar a estos líderes en sus propios territorios, con la vista puesta en las elecciones.

La lucha contra la rebaja de penas a agresores sexuales por la ley del solo sí es sí se sitúa también en el centro de la oposición al Gobierno, en la que Génova ha descartado ya opciones como la moción de censura que le piden sus adversarios de Ciudadanos y Vox.

En todo caso, en el PP asumen que las polémicas pasan, mientras el encarecimiento de la cesta de la compra queda y sí marca el voto de la ciudadanía, por lo que Feijóo y los suyos seguirán centrados en la economía. Y no obstaculizarán que otros líderes del partido marquen agenda y perfil propio.