Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


OTAN, cuarenta años

31/05/2022

Se acaba de inaugurar el 'mes OTAN' con la celebración del cuadragésimo aniversario de la incorporación de España a la Alianza Atlántica adoptada por el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo como primera piedra de la incorporación de nuestro país a las instituciones multinacionales occidentales y como paso previo para la incorporación a la actual Unión Europea. Dentro de un mes tendrá lugar en Madrid una cumbre de la OTAN de especial trascendencia en la que se establecerá la  hoja de ruta estrategia para los próximos diez años, condicionada por la imprevista invasión de Ucrania por Rusia y las nuevas formas de guerra híbrida.

Desde el punto de vista histórico la pertenencia de España a la OTAN pasó de la entrada por sorpresa al cambio de posición del PSOE con respecto a la continuidad en ella y a la incorporación a la estructura militar con José María Aznar, y desde entonces a un compromiso de los sucesivos gobiernos con las operaciones militares en las que no ha dejado de participar y en la que ha tenido responsabilidades relevantes debido a la profesionalidad de los militares españoles. Antes de la guerra de Putin, la OTAN, había pasado una grave crisis de identidad acentuada por la posición de Donald Trump, y las exigencias mayor responsabilidad de cada país a la defensa común. La prolongada etapa de paz en Europa se había roto por la guerra civil de los Balcanes, con características de guerra a medio camino entre la guerra de religión y las demandas nacionalistas pero la iniciada por el Kremlin, la invasión de un país soberano para alterar las fronteras, acompañada de un movimiento imperialista ha sacudido el pensamiento estratégico y la necesidad de preparar respuestas ante la posibilidad de que Rusia no se detenga en las fronteras ucranianas

Las nuevas perspectivas y la necesidad de afinar la capacidad de defensa han llevado a todos los países de la OTAN a aumentar su compromiso con su financiación por la vía de incrementar los gastos militares de cada país. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha comprometido, ya que el PIB destinado a Defensa crecerá hasta el 2% hasta el año 2030, una decisión que no apoya la parte de Unidas Podemos de su gobierno, heredera del "OTAN, no, Bases fuera", que se ha prolongado ahora con su oposición al suministro de armas al gobierno ucraniano y la apuesta por una beatífica propuesta de Conferencia de paz a la que Vladímir Putin no parece dispuesto a asistir antes de culminar sus objetivos militares en Ucrania.  Pero el debate sobre las distintas posiciones de las dos corrientes de izquierda acerca del gasto militar y la OTAN, ni es nuevo ni se va a resolver a corto plazo por cuanto forma parte de la idiosincrasia de cada una de ellas y en el caso del PSOE porque derivan del ejercicio del gobierno, del cumplimiento de los compromisos de país y de la defensa del carácter disuasorio de la alianza militar.

Nadie esperaba una guerra de tipo tradicional en suelo europeo y esa sensación de paz permanente relegó el debate sobre la inversión militar a un segundo plano que ahora ha renacido con fuerza. Tanto Felipe VI como Pedro Sánchez han reiterado el compromiso de España con el reforzamiento militar en el este de Europa, pero la OTAN no debe echar en saco roto la petición del rey de que no se descuide el flanco sur donde los yihadistas pueden amenazar la seguridad y la convivencia en nuestro país.