Tapar los agujeros le costará al Ayuntamiento 2,2 millones

Leo Cortijo
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El concejal de Obras asegura que «no es casualidad» que las oquedades se multipliquen en el tejido urbano y que eso corresponde al «agotamiento de vida útil de las infraestructuras» y a la «falta de mantenimiento».

Esta semana arrancaron las obras de reparación del colector del Paseo del Ferrocarril, que ocasionó un socavón de más de ocho metros de profundidad. - Foto: Reyes Martínez

Agujero por aquí, agujero por allá. Ya lo dijo el alcalde Darío Dolz en una reciente entrevista en La Tribuna: «Cada vez que nos llaman del servicio de Aguas para decirnos que han detectado una incidencia nos echamos a rezar porque nos tememos lo peor». Y es que durante esta legislatura se han juntado todos los factores que se podían juntar. Por esa razón no es raro que exista cierta sensación de que si montan un circo igual crecen los enanos en forma de oquedades en el subsuelo... En muy corto espacio de tiempo no han sido ni uno ni dos los orificios que han aparecido a pie de calle.

Una circunstancia que, en palabras del concejal de Obras, Adrián Martínez, «no es casualidad». El hecho de que aparezcan diferentes agujeros «corresponde al agotamiento de vida útil de las infraestructuras de la ciudad y que por falta de mantenimiento no han recibido la atención necesaria».

Una falta de mantenimiento que viene «vinculada» a la necesidad de dotar tanto con recursos humanos como económicos al Ayuntamiento, algo impensable después de que, «una vez terminada la legislatura de Pulido», el Consistorio entrara en un Plan de Ajuste que «nos viene ahogando en materia de Personal, ya que no podemos contratar a más gente y también se han ido amortizando plazas, y porque además en los Presupuestos tienes que ir amortizando deuda, que es dinero que no puedes destinar para la reparación de estas cuestiones».

Tapar los agujeros le costará al Ayuntamiento 2,2 millonesTapar los agujeros le costará al Ayuntamiento 2,2 millones - Foto: Reyes Martinez

Así las cosas, de aquellos polvos estos lodos. Unos lodos que, sumados en conjunto, le van a suponer a la Administración local un desembolso cercano a los 2,2 millones de euros. El concejal hace la cuenta para este diario: 1,7 millones para reparar el colector de Astrana Marín; 172.000 euros para el del Paseo del Ferrocarril y otros 300.000 –mediante el procedimiento de urgencia– para el último 'accidente' aparecido en el entorno de San Ignacio de Loyola. Sin olvidar que durante esta legislatura también hubo que arreglar otro orificio en las inmediaciones de la Plaza de la Hispanidad, así como el hundimiento de la calle Canónigos. A pesar de todo, Martínez es optimista y quiere encontrar la virtud dentro del defecto o dentro de la «desgracia» de que proliferen los agujeros. «Me siento orgulloso de poder estar aquí dando soluciones a los problemas tan grandes que están saliendo», afirma convencido de que se trabaja en la línea correcta para revertir la situación.

Y ojo, porque en el cuenteo total de gastos no se incluyen las aberturas en pleno centro, en la calle Cardenal Gil de Albornoz, porque esas reparaciones hay que entenderlas en clave «urbana» y no se precisa maquinaria pesada. En este capítulo, según detalla el concejal, el servicio de Obras «va a colaborar» con el de Aguas, y es que aunque el arreglo ya está terminado solo falta tapar los agujeros, trabajo que se ha demorado «porque teníamos un problema administrativo con la empresa que había para cerrarlos».

Estado de los agujeros. ¿Y en qué punto se encuentran los socavones? El más longevo en el tiempo y el que más quebraderos de cabeza genera es el de Astrana Marín. El arreglo del colector está intrínsecamente ligado a la demolición del pabellón Luis Yúfera, cuyo cometido ya fue adjudicado a una empresa por casi 100.000 euros. El derribo de esta infraestructura se ha pospuesto por «precaución», apunta el edil responsable de Obras, y es que se ha preferido no empezar con este quehacer hasta determinar «qué está ocurriendo» en la rotonda aledaña. Como ya se ha avanzado en ese sentido, esta misma semana «nos pondremos en contacto con la empresa para agilizar los trabajos y empezar cuanto antes». Esa es la llave que abre todas las puertas, pues el pasado viernes ya fue adjudicada también la elaboración del proyecto y ejecución de la reparación del colector. El plazo de las obras, en principio, es de siete meses.

Este agujero convive con el socavón que se empezó a dibujar en el mapa a finales de mayo, junto a la rotonda de la Gerencia Municipal de Urbanismo. «El servicio de Aguas revisó los colectores para ver si había alguna fuga cercana» –explica el concejal– y no se detectaron averías o si el colector de 18 metros que discurre por debajo tenía alguna afectación. Decidieron esperar a ver la evolución, y ésta fue «desfavorable» porque el rebaje se había incrementado y «las dudas sobre el posible origen eran mayores». Por seguridad se determinó cerrar el carril de acceso a San Ignacio de Loyola y delimitar el carril exterior de la rotonda. Eso sí, «cerrábamos con la intención clara de actuar inmediatamente», remata Martínez.

Los técnicos valoraron la necesidad de declarar de emergencia este arreglo, que se ha valorado en torno a los 300.000 euros. Durante la semana pasada se hicieron diferentes pruebas para saber qué es lo que estaba pasando sobre nuestros pies: «Vemos cómo las ondas fluyen por las capas del suelo y así determinamos si hay discontinuidades». Así, resultaba «clave» determinar si la afectación «venía de abajo arriba porque el colector era el que hacía un lavado de terrenos y por tanto habría una gran cueva o si venía de arriba abajo y que 'solo' fuera compactación del terreno por el paso del tiempo. «Con toda la cautela del mundo», advierte Martínez, parece que se trata de lo segundo. Todavía restan algunos estudios y análisis para «radiografiar bien la zona» y para «ver qué tenemos en el subsuelo en esa entrada de Madrid , y es que «estamos en el momento de cortar la inercia de solo poner parches en la ciudad».

Por otro lado, hay que destacar que esta semana arrancaron las obras de reparación del colector del Paseo del Ferrocarril, que ocasionó un socavón de más de ocho metros de profundidad. Los trabajos, valorados por encima de los 170.000 euros, tienen un plazo de ejecución de un mes y medio y van a suponer restricciones de tráfico en la zona.

Plan de revisión de colectores. «Hay que seguir la evolución de las tripas de la ciudad en el subsuelo y no esperar en la superficie a que éstas revienten cuando haya un problema». Con esta lapidaria frase, Adrián Martínez subraya el papel que juega el plan de revisión, limpieza y reparación que el Ayuntamiento ejecuta sobre los colectores de la ciudad desde hace dos años, dotado con 130.000 euros. «No podemos criticar que no hubiera mantenimiento entonces y que ahora nosotros siguiéramos por la misma línea», explica el concejal de Obras. De esta forma, destaca que durante los dos últimos años se ha revisado y actuado en unos 12 kilómetros de red.