Francisco Javier Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco Javier Martínez


El San Mateo más responsable

21/09/2020

Las vacas pastan este septiembre a kilómetros de distancia del casco histórico conquense, ajenas a lo que las esperaba en la plaza de la Catedral. Sólo esperan que el otoño haga regresar las lluvias y que el prado se recupere para coger fuerzas ante la cercanía del invierno. En Cuenca es otro cantar, por primera vez desde 1968, las fiestas de San Mateo no se celebrarán como es la costumbre y a la ciudad se le ve estos días un poco más apagada que de costumbre. La nostalgia, por los actos tradicionales suspendidos, lo inunda todo. Peñistas, maromeros y corredores añoran los instantes únicos que se dejarán de vivir en estos días, en los que toda la actividad giraba en torno al Casco Antiguo y sus fiestas, genuinamente conquenses, que congregaban a miles de personas todas las tardes.
Todos los conquenses se quedaron huérfanos desde hace meses de sus rutinas. Ya se perdió la feria agosteña de San Julián, ahora le llega el turno de las fiestas de San Mateo y en el horizonte todavía ni se intuye el final de esta pesadilla que vivimos en forma de coronavirus. Pero es lo que toca y es lo verdaderamente responsable. En mitad de la segunda oleada de contagios, las autoridades actuaron de forma responsable con la suspensión de las celebraciones, en estos días les toca el turno a los ciudadanos, que deben de ser también responsables y no organizar ningún tipo de reunión social, ya se trate de comidas de peñas o de botellones de jóvenes. Son focos de contagio de primer orden y, de momento, deben estar excluidos del día a día.
Durante el verano, en aquellas localidades que no se tomaron las debidas medidas sanitarias preventivas se vive ahora una situación para nada envidiable, con confinamientos y restricciones de movimientos que recuerdan más a los meses de marzo y abril pasados que a la salida de la pandemia. Por esa razón, es hora de mantener la cabeza fría y pensar en los beneficios que esta ausencia de celebraciones puede conllevar en el futuro.
Además, ya se suspendieron las fiestas de San Mateo en varias ocasiones en el pasado y se retomaron. Incluso se llegaron a prohibir entre 1908 y 1921 por el Gobierno y los conquenses, fieles a sus tradiciones, hicieron resurgir las vaquillas enmaromadas por el centro histórico de la ciudad.
Este fin de semana señalado por tantos y tantos conquenses seguro que será un recuerdo dentro de poco y pronto la comisión ya estará ocupada en la elección de las vaquillas de 2021.