El coronavirus condiciona 61,4 millones en exportaciones

J. López
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Las empresas de la provincia facturaron, entre enero y noviembre del año pasado, más de 36 millones de euros al país asiático en concepto de carnes, grasas y alimentos procesados de porcino

El coronavirus condiciona 61,4 millones en exportaciones - Foto: asanmarti

Cerca de 2.000 fallecidos en poco más de dos meses y más de 70.000 personas infectadas. Es la pandemia más dañina de los últimos tiempos y se le ha puesto el nombre de covid-19. Quizá ese término le sea aún ajeno, pero seguro que ha visto, oído o leído algo sobre el coronavirus. Señalan los expertos que esta enfermedad infecciosa que causa neumonía se originó en un mercado mayorista de marisco de la ciudad de Wuhan –al sur de China– y se ha extendido por todo el país asiático, infectando a los seres humanos. La pandemia se trasladó a otros continentes –en España se han dado ya dos casos– y la Organización Mundial de la Salud no tuvo más remedio que declarar la Emergencia Sanitaria en todo el mundo el pasado 30 de enero. A este problema de salud se une el económico, ya que muchas empresas de China han tenido que cesar su actividad hasta que no esté controlada totalmente la enfermedad.

La parada obligada del gigante asiático afectará notablemente a la economía mundial, a las grandes empresas tecnológicas y al comercio directo que hay entre países. 

A escala provincial, la plaga del coronavirus también perjudicará monetariamente a Cuenca. Y es que China se ha convertido en el segundo país del mundo que más productos adquiere en la provincia, colocándose en el último año por delante de países más cercanos como Italia, Alemania o Reino Unido. 

Lo prueba el último informe del Análisis del Comercio Exterior Español que elabora mensualmente ICEX España, Exportación e Inversiones, que determina que entre enero y noviembre del año pasado se han exportado productos manufacturados en la provincia por un valor de 61,4 millones de euros. El incremento, respecto a los datos del año 2018, es más que notable. Hace dos años se vendieron en el país asiático 30,5 millones de euros y antes de que se cierren los registros de 2019 se ha duplicado prácticamente esa cantidad.

Pero, ¿qué tipo de productos o manufacturas suscitan el interés del país asiático? Está más que claro, el consumo al alza de los ciudadanos chinos ha provocado que  la partida de agroalimentos pase de 20,3 millones de 2018 a los 52,4 de enero a noviembre de 2019. 

Las bebidas (7 millones) y los bienes de consumo (425.000 euros) se mantienen, mientras que los productos industriales y tecnología pasan de 785.000 euros facturados al doble –1,4 millones de euros–. 

El estudio detalla que el crecimiento de esos 52,4 millones de euros se debe principalmente a que se ha casi triplicado la venta de panceta y trozos de panceta de animales de la especia porcina doméstica, congelada. La subida de este producto es exponencial, pues en 2017 se facturó por 2,7 millones de euros, en 2018 por 6,2 millones y en los 11 meses contabilizados de 2019 se han anotado 16,2 millones.

El resto de partidas exportadas más importantes tienen que ver con carnes, en su mayoría de la especie porcina, jamón o paletas y trozos sin deshuesar, tocino o despojos comestibles de animal porcino (excepto hígados). Además, China también adquirió el año pasado jugo de uva o mosto, vino de grado alcohólico, lana sin cardar ni peinar sucia, o cuadros, paneles y consolas para control o distribución de electricidad, entre otros bienes. 

El intercambio de bienes también crece en el otro lado de la balanza. Es decir, China ha pasado a ser el segundo país del mundo al que más se compra. En 2018 se importaron productos por valor de 12,3 millones de euros y de enero a noviembre se han adquirido 27,8. Cuenca compra principalmente bobinas de reactancia, bisutería de metales comunes, bolsos de mano, abrigos, o relojes de pulsera. 

Obstáculos y retrasos. El problema es que las medidas de prevención y las actuaciones sanitarias que se están efectuando en China han causado notables demoras para los empresarios exportadores de Cuenca, que han visto que los pedidos se acumulan a la espera de recobrar la actividad. Las relaciones, afirma el sector empresarial, «siguen funcionando», pero las transacciones comerciales «se están ralentizando». Sin embargo, esperan que el problema sanitario se solucione cuanto antes para que las relaciones comerciales se retomen. 

Así le sucede a la empresa conquense Buleo Miel, cuyo gerente, Manuel Buleo, ya nota las repercusiones de la crisis que ha provocado el coronavirus.  «El problema es que las empresas de allí están paralizadas por el virus, han cerrado y ahora están volviendo a abrir. Se han ralentizado los pedidos, pero esperamos que se solucione y que vuelva la normalidad», dice el apicultor, que menciona que la situación coincide también con el Año Nuevo chino  –25 de enero–. «Ha sido abrirse y llegar la alerta sanitaria del coronavirus». 

El apicultor recuerda que los contactos con el país asiático se produjeron hace ya ocho años y, desde entonces, ha exportado una gran cantidad de mieles procesadas en esta empresa de Minglanilla. La demanda de este producto agroalimentario es tal que se ha disparado y en la actualidad exporta cerca de 25 toneladas. «Es un país preferente, fidelizado», subraya.  

¿Por qué exporta China tanta miel de Cuenca? No hay ningún secreto, «a los chinos les gusta mucho la miel mediterránea y están dispuestos a pagar por la calidad», indica Buleo, que especifica que se demanda, sobre todo, «miel de romero, tomillo, azahar o de limón».

La calidad de la miel está más que avalada, puesto que China obliga a pasar exhaustivos controles sanitarios, así como análisis, y exige varios procesos burocráticos que «conllevan un esfuerzo físico y económico notable».