El último baile del verano

R.L.C.
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Los jóvenes del 'Aketopetreo' llevan tres años esperando para convertirse en Peña Mayor y ser motor de la diversión y la tradición durante las fiestas patronales de Tarancón.

La Peña Mayor 2022 es uno de los nueve grupos que estará instalado en el recinto de carpas de Tarancón. - Foto: ARCHIVO AKETOPETREO

Con las fiestas de los pueblos que se celebran a finales de agosto y en septiembre llega el último baile del verano, la oportunidad de despedir esta época del año desde el reencuentro con la familia y los amigos, también desde el regreso a la tradición y el lugar donde están las raíces de cada uno. Las fiestas son la excusa perfecta para prolongar la diversión estival antes de comenzar un nuevo curso, y las de esta edición están siendo y serán aún más especiales después de tres largos y difíciles años esperándolas. 

Así lo destacan las jóvenes de Tarancón del Aketopetreo, que será la Peña Mayor de las fiestas patronales de este año (oficialmente se celebran del 7 al 13 de septiembre). «Este parón nos ha trasformado a todos, ahora es momento de disfrutar unidos, de volver a celebrar juntos, en honor a la Virgen de Riánsares, como este pueblo se merece», recogen en el saluda oficial desde una peña que nació hace casi una década de la unión de otras tres. Grupos de amigos, de entre 25 y 30 años, que salían por separado y luego se juntaban en las fiestas. Desde que surgió este enlace no han faltado al recinto de carpas, convirtiéndose en embajadores de la diversión de la juventud; eso sí, las circunstancias de muchos han cambiado y ahora son algunos menos que cuando arrancaron. 

Recogieron el banderín acreditativo de Peña Mayor el 13 de septiembre de 2019 y, aunque debido a la pandemia no podrán ejercer como tal hasta esta edición, desde entonces no ha cesado su implicación. «Creemos que tenemos el papel de animar a la gente joven a vivir las fiestas, y sí en 2020 hicimos un vídeo y en 2021 participamos en el que elaboró el Ayuntamiento», recuerda Ismael Gómez, del Aketopreteo, que bajo el ejemplo de las anteriores generaciones tiene como máxima «participar en las tradiciones y cooperar para que todos los esfuerzos de las personas que trabajan y luchan por mantener las fiestas sigan en pie». Y a esta tarea, que después de la larga espera asumen «con muchas ganas», animan a que se sumen todos los jóvenes que lo deseen, tanto desde su carpa, como participando en la carroza que desde julio preparan. 

«Todos serán bienvenidos, el único requisito es que el disfraz vaya acorde con la temática que hemos elegido, por lo demás creemos que son días de reencuentro con amigos y con las tradiciones y hay que salir a la calle a celebrar, unidos, con diversión y, por su puesto, responsabilidad», señala Ismael Gómez, uno de los miembros de la Peña Mayor, que además desde mitad de los 90 pertenece al colectivo juvenil Sesparke, asociación taranconera vivero de jóvenes que son ejemplo de amor a su pueblo y disfrute sano en torno a las costumbres más arraigadas. 

Llegan las fiestas en las que, apuntan desde el Aketopetreo, volverán los brindis con los amigos, saltar en los conciertos, bailar a ritmo de charanga, correr los torillos de juego... Igual que ocurre con los miembros de la Corte de Honor, no faltarán, en este caso con sus blusones, a las citas claves de la programación, como el galopeo, la ofrenda, los guisos y las carrozas. Pasada la incertidumbre de los últimos años y con los vecinos que se fueron en la memoria, su llamamiento es hacia niños, jóvenes y mayores, para que salgan de sus casas y vivan los actos en la calle. 

De cara a que de nuevo será el último baile del verano, el mensaje que lanzan desde el Aketopetreo es válido para el resto de localidades de la provincia que se preparan o están ya en fiestas en estas fechas. «Cuidemos de nuestro pueblo, de la gente que nos visita y de nuestros vecinos y vecinas, y que ninguna joven sienta miedo de volver sola a casa. ¡Felices Fiestas!».