Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidables

Manu Reina
-

Ignacio Cascón completa la Ruta Inti 2022 por Panamá tras 30 días repletos de retos por la selva, parajes paradisiacos e inhóspitos

Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidables - Foto: Ignacio Cascón

Un mes repleto de adversidades, mojado por completo durante 30 días, con una ingesta de comida limitada y a un total de 8.428 kilómetros de distancia de casa. Esa es la aventura que tuvo que afrontar Ignacio Cascón. Este joven conquense de tan sólo 20 años participó recientemente en la Ruta Inti 2022, que discurrió durante cuatro semanas por Panamá, concretamente del 24 de julio al 22 de agosto, y que le ha valido para superarse a sí mismo y demostrarse de qué es capaz. «Es una experiencia inolvidable, indescriptible y una auténtica pasada», asegura Gascón, que ya se encuentra en España tras completar con éxito el viaje más complicado y exigente que ha tenido que afrontar nunca.

Partió hacia el país centroamericano tras ser seleccionado en un programa de aventuras que tiene como objetivo conocer otras culturas y embarcarse en experiencias diferentes. Cascón pisó tierra panameña por primera vez con tan sólo dos mochilas y una serie de recursos de supervivencia para salir del paso en cada momento. Reconoce que llegó «sin tener mucha idea de Panamá y me fue encantado», aunque destaca que «ha sido un mes muy duro físicamente, pero también muy chulo». La adrenalina y las emociones «me hicieron olvidar los días que he estado sin ducharme y las calorías que comía, que ahora pienso que eran pocas», enfatiza Cascón. Tal es así que incluso ha perdido varios kilos. 

Etapas. La Ruta Inti 2022 le ha permitido conocer el país centroamericano. Primero la capital, como no podía ser de otra forma, y la historia del Canal de Panamá y su importancia. Durante los primeros días de la aventura, este conquense pudo adquirir conocimientos básicos e imprescindibles que debía poner después en práctica en sitios más complicados, como es la propia selva. Montar una tienda de campaña es un ejemplo de ello. Este programa tiene, además, un apartado académico con el afán de aprovechar la estancia en el país e impartir diferentes materias. Ignacio Cascón, que estudia veterinaria, se incorporó a una de las cinco aulas organizadas, concretamente a la de biología. En estas primeras horas pudo además conocer «a muchísimas personas que se han convertido en amigos gracias a este viaje», explica el joven.

Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidablesUn viaje de obstáculos y vivencias inolvidables - Foto: Ignacio Cascónselva. Tras tener todo a punto empezaron las primeras dificultades. La selva le esperaba. Gascón pudo ver víboras, serpientes de coral, perezosos, arañas, caimanes e incluso monos aulladores durante el transcurso del Camino Real de Cruces, que fue una de las rutas históricas del istmo de Panamá, que conectaron el Mar Caribe con el Océano Pacífico. «Me quedé fascinado al estar en un espacio natural sin apenas intervención humana», concreta el conquense, que reconoce que es el momento donde mayor adrenalina pasó. Hasta tal punto de que «tuvimos muchas picaduras y tuvimos que atravesar ríos cogiéndonos las manos entre los compañeros, ya que algunas veces nos llegaba el agua hasta la cadera», añade. Este joven relata con mucha emoción la presencia de «huesos, infinidad de animales y árboles de un tamaño enorme que nunca había visto», y detalla cómo «las horas pasan muy rápido, aunque la caminata se hace muy lenta». 

También tuvo tiempo para convivir con diferentes pueblos indígenas, como es el caso de los Emberá. Eso le permitió conocer otras culturas y formas de vida, además de aprender a pescar o saber qué tipo de plantas son medicinales. Aprovechó además el momento para impartir clases de música y biología, entre otras materias. Pero no lo hizo sólo, ya que compartió la Ruta Inti 2022 otros 160 participantes de diferentes partes de España y de otros países. «Muchos sabían muchas cosas e incluso era raro no ver a alguien que no supiera por ejemplo tocar dos instrumentos», detalla Cascón, que no desaprovechó la ocasión para impartir sus conocimientos de veterinaria. 

Pero no todo fueron momentos duros y de sufrimiento. Excepto «cuando atravesamos de nuevo la selva y tuvimos que comer alimentos envasados en lata», especifica. En ciertas ocasiones sufrió gastroenteritis, vómitos y mareos, aunque nunca corrió peligro porque en la expedición de la ruta también iba un equipo médico, técnicos, excursionistas expertos y un grupo de personas cualificadas para que nadie corriera peligro. Eso sí, apenas pudo mantener contacto con su familia durante todo el mes, excepto alguna noche, cuando aprovechaba la poca cobertura que había en el territorio para mandar algunos mensajes a sus allegados. Aunque este joven da gracias de despegarse del móvil «porque no me hacía falta y pude vivir perfectamente sin móvil, algo que es difícil decir en pleno siglo XXI», afirma Cascón. 

Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidablesUn viaje de obstáculos y vivencias inolvidables - Foto: Ignacio CascónUna de las mayores alegría llegó cuando tuvieron oportunidad de disfrutar y remojarse en el Mar Caribe. «Una auténtica pasada porque el agua es cristalina, limpia y pura bajo un paraje paradisiaco», asevera el aventurero. Pero cuando parecía que la ruta encaraba su recta final apareció otro reto mayúsculo. Y es que los participantes tuvieron que subir al Volcán Barú, que cuenta con 3.474 metros altura, y el cansancio acumulado hizo mella. «Tuvimos que afrontar este reto el día 23 y teníamos cansancio acumulado, aunque la subida mereció mucho la pena», remarca el conquense. Este fue el último gran obstáculo que tuvo que superar.

Más fotos:

Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidables
Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidables - Foto: Ignacio Cascón
Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidables
Un viaje de obstáculos y vivencias inolvidables - Foto: Ignacio Cascón

Así, la Ruta Inti 2022 llegó a su fin. Ignacio Gascón, que recibió una subvención por parte del Gobierno regional para sufragar parte de los más de 2.000 euros que ha costado la experiencia, recomienda esta aventura a cualquier persona, pero avisa de que es «muy exigente». Este conquense rememora con nostalgia este viaje, que marcará por completo su vida, aunque no será el único, ya que promete repetir dentro de dos años y hacer un descanso el año que viene. No hay duda de que este conquense se ha superado a sí mismo y puede decir alto y claro que ha conquistado Panamá, como Panamá le ha conquistado de lleno a él. 

ARCHIVADO EN: Panamá, España, Viajes, Siglo XXI