Las navidades dicen adiós con un «pequeño bajón» hotelero

Leo Cortijo
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El hecho de que Nochebuena y Nochevieja cayeran en sábado merma una ocupación que rondó el 15% menos respecto al año anterior. La «demanda interna» de los oriundos sonríe a bares, restaurantes y pubs.

Las navidades dicen adiós con un «pequeño bajón» hotelero - Foto: Reyes Martínez

La hostelería cierra uno de los periodos de mayor actividad a lo largo del año. La Navidad es una época de reencuentros familiares y con amigos. Pasamos más tiempo en casa, pero también fuera de ella, y esa tendencia se ha dejado notar en las calles de la ciudad, eso sí, con algunos matices a tener en cuenta. Así lo expone el presidente de la Agrupación de Hostelería y Turismo, José Manuel Abascal, que destaca el «movimiento» que ha habido durante estos días en bares, restaurantes y locales de ocio nocturno. Y todo, a pesar del «hándicap» de que el calendario quisiera que dos de las noches más especiales del año, Nochebuena y Nochevieja, cayeran en sábado. «Dos jornadas que, por sí solas, podrían haber funcionado», subraya.

A pesar de ello, la demanda interna «ha tirado del carro», y es que no hay que perder de vista que durante esta época llegan a Cuenca infinidad de oriundos a pasar unos días muy señalados. Una especie de «consumo interno» que anima a los establecimientos del ramo merced a encuentros entre amigos, cenas de empresa o comidas familiares. A éstos hay que sumar el «pequeño empuje» de los turistas llegados desde otros puntos de la geografía y que han decidido pasar unos días en la ciudad.

Eso sí, estos han sido contados, ya que ésta ha sido una Navidad «tranquila» en ese sentido, básicamente por la circunstancia de las fechas. Si a nivel hostelero eso se había dejado notar algo menos, para hoteles y alojamientos la incidencia ha sido mucho mayor, tal y como destaca Abascal: «Que los días 24 y 31 caigan en sábado nos resta dos sábados del mes, que son nuestros días más importantes». Esa circunstancia ha propiciado que las jornadas navideñas no fueran aprovechadas «al cien por cien», algo que también sucedió en Reyes, pues la festividad «vino muy pegada al fin de semana y suele ser un día que la gente pasa en familia».

En definitiva, a nivel hotelero se ha notado un «pequeño bajón» con respecto al año pasado. El máximo responsable del sector en la provincia destaca que podríamos estar hablando de en torno a un 10 y un 15 por ciento «dependiendo del tipo de establecimiento». Asimismo, no hay que olvidar que «diciembre es un mes que se empieza a complicar de cara al invierno y que además este año lo iniciamos con un puente muy descafeinado por las lluvias y porque fue muy largo y eso abrió demasiado la baraja de destinos», apunta Abascal.

Costes de producción. El presidente de la Agrupación, que explica que la Navidad pudo decir adiós con una ocupación media de entre el 35 y el 50 por ciento –cifras que pide tomar con cautela a falta de conocer las oficiales–, afirma que la difícil coyuntura económica que vive el país puede haber tenido repercusión porque «todo influye». Sin embargo, al mismo tiempo resalta que los precios, por lo general, «han sido muy asequibles» teniendo en cuenta todas las circunstancias. Y eso, «a pesar de jugárnosla con la subida de los costes de producción día tras día». El problema vendrá ahora –remata– «cuando algunos empresarios del sector echen cuentas» y vean las consecuencias de ajustar tanto las menús o los alojamientos, por ejemplo.