Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


La vuelta al pasado

26/02/2022

Matteo Salvini entró en noviembre de 2015 en el Parlamento Europeo con una camiseta de Vladimir Putin. Se hizo una foto y la subió a Twitter. Siete años después -el jueves- entró en su cuenta y borró la imagen. El dictador ruso ha dejado de ser un modelo a seguir en público, al menos de momento, para la derecha populista europea. También le han negado el apoyo Marine Le Pen -que tiene elecciones en abril- y el presidente húngaro Viktor Orbán.
Mientras, en la izquierda radical hay más una empanada mental que otra cosa. Un par de países desahuciados, como Cuba y Venezuela, apoyan a Putin porque no tienen más remedio. Aislados al mundo capitalista y mendicantes, su subsistencia depende del cordón umbilical de Rusia. Después les siguen, en el resto del planeta, algunos simpatizantes de la causa trasnochada que cargan sobre la OTAN las culpas de una agresión que no tiene justificación posible.
Más allá de lo que ha ocurrido estos días, la figura de Putin ha gozado siempre de simpatías en los márgenes del sistema. Hay un factor de estrategia y geopolítica, pero el romance ligero también se sustenta por la ideología. La Rusia dogmática de Aleksandr Duguin propone una vuelta a los valores de hace medio siglo. En política internacional, pero también en costumbres sociales y culturales.
Una vuelta al mono azul de trabajo, a la familia numerosa, a los roles definidos de género, a los valores tradicionales y a la pureza étnica. Un regreso a otros tiempos que puede ser ese viaje a los años 30 que llevamos tanto tiempo preparando con ahínco.