Policía para siempre

R.L.C.
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Francisco José Cuenca Ferrer reivindica como ayudar a los demás con un trato exquisito sigue siendo una profesión con futuro.

Francisco José Cuenca Ferrer se jubiló la semana pasada, tras casi 40 años en la Policía Local de Tarancón. - Foto: RIÁNSARES L.C.

No ha dejado de formarse en toda su vida, ni de compaginar su profesión con otras de sus grandes pasiones, como el deporte y la naturaleza. Ahora que acaba de jubilarse, después de casi 40 años como Policía Local de Tarancón, tiene claro que ayudar a los demás es lo que más le gusta, y así lo seguirá haciendo, aunque desde otros ámbitos.  

«Siempre llevaré a la Policía Local en mi corazón, ingresé con 20 años, en junio de 1984, y después de 38 años y 9 meses me jubilo, pero siempre seré policía», afirma el tarancon Francisco José Cuenca Ferrer, dispuesto a todo por su pueblo, como ha demostrado en toda su trayectoria, y especialmente en el último año y un mes que ha ejercido como jefe provisional de la Policía Local de Tarancón. 

Ya era atleta, corría en un equipo de Primera División, cuando entró en el cuerpo por una oposición a la que se presentaron más de 170 personas para cubrir apenas cuatro plazas. «También estudié para secretario del Ayuntamiento en municipios de menos de 5.000 habitantes y me preparé para factor de Renfe, siguiendo los pasos de mi abuelo y mi tío», recuerda, pero finalmente optó por esta profesión, que considera «de futuro», por la posibilidad de compatibilizarla con sus carreras por toda España durante los fines de semana. «Aún así era un sacrificio, pues no es como ahora, antes se libraba menos y se trabajaba más horas, tenía que cambiar turnos con compañeros, hacer dobles jornadas luego para devolver ese trabajo», comenta Cuenca, que llegó a ser campeón nacional de preveterano, en 800 y 1.500 metros. Pionero del Club Atletismo Tarancón, entrenador nacional de atletas, «me han marcado mucho las lesiones, pero el deporte es mi otra vida, pues como dice el prestigioso cardiólogo Valentín Fuster, hay dos tipos de personas, las que hacen deporte y las que no», subraya al confesar que «en mi vida ni he fumado un cigarro, ni me he tomado una caña, ni un vino o un cubata ni mucho menos». 

Diplomado en Magisterio y Educación Especial, profesor de pilates y zumba, con un estado biológico mucho menor al de su edad (59 años) y una vitalidad ejemplar, fue pionero en impartir clases de aérobic en la comarca de Tarancón, lo que derivó después en la creación de la asociación Adápta-T Tú que preside. En las últimas décadas, en épocas como las recientes fiestas de Carnaval, ha compaginado su trabajo como policía local con salir en los desfiles liderando un grupo, sobre todo compuesto por mujeres, al que a partir de su jubilación podrá dedicar más tiempo. 

«Ahora quiero aprovechar para entrenar a más gente, para sacar talentos, los niños son mi debilidad, ójala se mantenga el circuito de seguridad vial que organizamos el curso pasado con alumnos de todos los centros educativos», señala Cuenca, que también es masajista personal y además está formado como técnico medioambiental. 

Aunque no le gustan las medallas, tras su implicación con Tarancón y su contribución a dignificar la profesión de policía local, las merece. A través de él son muchos los vecinos que han aprendido que un policía es mucho más que un agente que se dedica a sancionar. «El trato exquisito a las personas es fundamental, y luego intentar solucionar sus problemas o ayudar o delegar para que se ponga remedio», comenta esta taranconero, testigo de la evolución de la Policía Local en los últimos tiempos. «Las incidencias no son las mismas, recuerdo cuando nos ocupábamos de los calabozos, en el antiguo ayuntamiento, y tantas cosas, hasta los uniformes han cambiado, yo he ido de amarillo, de gris, de azul», dice. Encontrar a una persona perdida, evitar un robo, e incluso salvar varias vidas, están entre sus momentos más satisfactorios como policía. «Hay un vecino al que ayudé en una determinada circunstancia que cuando lo veo por la calle me dice, te debo la vida, y otro al que igualmente socorrí, que me dice, vivo por tí, esto es mi mayor satisfacción», expresa. Y en el otro lado, están sucesos que le han marcado y mucho, como el asesinato en 2022 de una mujer a manos de su pareja con sus dos hijos delante. Miles de acontecimientos de los que ha sido testigo en primera línea, y a la par miles de actuaciones las que ha desempeñado Cuenca dejando una huella de profesionalidad y humanidad que marcará la historia de la Policía Local de una ciudad, según sus propios datos, segura, con descenso de delitos en el último año.