La Sociedad Anónima Deportiva (SAD) es un tipo especial de sociedad anónima en España, que fue creada a través de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte y que fue desarrollado mediante el Real Decreto 1251/1999, de 16 de julio, sobre sociedades anónimas deportivas. Se puede decir que son aquellas entidades (clubes o equipos profesionales) cuyo objeto social es el desarrollo de algún tipo de deporte en competición de manera profesional en un ámbito nacional.

La Ley impuso la obligación de convertirse en SAD a todas aquellas entidades que participaran en las competiciones que la propia Ley consideraba como profesionales, concretamente, Primera y Segunda división de fútbol y la ACB de baloncesto. 

El pasado año, la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) aprobó en el mes de julio la profesionalización de la Liga Asobal mediante la calificación de sus competiciones como oficiales de carácter profesional y ámbito estatal. Con esta decisión, Asobal se convertía en la cuarta liga profesional estatal, tras la Primera y Segunda división de fútbol masculino, la Liga ACB de Baloncesto y la reciente Liga Profesional Femenina de Fútbol.

La conversión a liga profesional había sido un viejo anhelo de muchos de los clubes punteros de balonmano del país, pero la obligación de convertirse en una sociedad anónima deportiva había contenido cualquier intento ante la imposibilidad económica real de muchos clubes para realizarlo. Sin embargo, la supresión de esta obligatoriedad puso en marcha todos los mecanismos para que finalmente el pasado año los 16 clubes de Asobal (los 14 que compitieron esa campaña más los dos recién ascendidos, que no tenían derecho a voto pero también mostraron su apoyo a la propuesta) hicieran oficial la solicitud de conversión a liga profesional y es el camino que abre la puerta a los clubes para convertirse en sociedades anónimas deportivas.

En la ciudad de Cuenca tenemos dos clubes afectados por la conversión a SAD con distinto enfoque. Por un lado, está la Unión Balompédica Conquense que jugando en Tercera RFEF no está obligado a convertirse en SAD, pero el club quiere hacerlo porque entiende que es la única manera de sobrevivir. De hecho, inició los trámites que fueron aprobados por el CSD que en julio aprobó la conversión en un capital social inicial de 1.654.134 euros, es decir, el doble de la deuda que los auditores presentaron en el momento de solicitar la conversión. El club tiene como grupo inverso a Herce y tiene de plazo hasta el 30 de abril. Cuando todo parecía resuelto, una reclamación de la familia del ex presidente Ángel Pérez, está retrasando dicha conversión, pero el plazo es el que es y, si no se cumple, habría que iniciar un nuevo trámite de solicitud.

Y luego tenemos el caso del REBI BM. Cuenca, es decir del BM. Ciudad Encantada. Al convertir la liga Asobal en profesional, puede convertirse en SAD, pero en el club en estos momentos no creen que eso sea posible. ¿Qué inversores querrán comprar acciones de un club como el Ciudad Encantada?, se preguntan. Por lo tanto, de momento no hay prisas por convertir el club en una SAD, mientras que no les obliguen.