Calle San Francisco: Un antes y un después

Redacción
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La transitada calle San Francisco cumple quince años desde que se convirtió en zona peatonal, un cambio que la hostelería, los vecinos y los turistas consideran que fue beneficioso

Un antes y un después en la calle San Francisco desde su peatonalización hace ya quince años - Foto: Reyes Martínez

Ha pasado ya una década y media desde que la calle San Francisco pasara a ser peatonal. Una decisión que cambió el ocio en la capital conquense y el día a día de esta zona tan característica, tanto para hosteleros como para los vecinos y turistas, ya que no volvería a ser nada igual desde que entró en vigor esta medida. ‘La Sanfran’, que es como se le conoce popularmente, es un espacio idóneo para hacer un alto en el camino y aprovechar para comer o tomar algo, y qué mejor que hacerlo con la tranquilidad de no preocuparse por el paso de vehículo o hacerlo sentado en una mesa de terraza. Además, esta calle se ha consolidado durante los últimos quince años como una de las más transitadas, ya que miles y miles de personas la han atravesado, aprovechando también que es adyacente a Carretería, el corazón de la ciudad.

Sin embargo, esta zona ilustre y emblemática no siempre ha sido siempre igual y los más adultos seguro que lo recuerdan. La calle San Francisco, antes de su peatonalización, era una zona donde los vehículos podían circular de forma ascendente o descendente mientras las personas comían y bebían al aire libre, apoyados en los muros y sin mucha señalización. Una vez entró en vigor esta medida, aparecieron las terrazas y las mesas en escena, así como los toldos, una decisión que cambió esta calle para siempre, y que benefició a todos. Y es que el ocio en esta zona dio un giro rotundo. 

Los hosteleros son los principales beneficiarios porque durante todo este tiempo su forma de trabajo ha sido más fácil con un servicio de terraza necesario, especialmente en verano. El gerente de Mesón Jose, que lleva en activo 30 años, confirma que «fue una solución que teníamos que dar porque la gente se ponía en los muros y pasaban los coches, lo que nos hacía tener mucho más trabajo», además reconoce que la peatonalización «ha permitido que la San Francisco sea a día de hoy una de las mejores calles de Cuenca con diferencia, por lo que la valoración es muy positiva». Una opinión que comparte José Luis Rodríguez, propietario de Mesón Rodríguez, que lleva vigente 21 años, ya que para este hostelero la medida «es lo mejor que se pudo hacer en Cuenca porque ahora contamos y disfrutamos todos de una calle cómoda y completa», además confirma que «todo ha ido a mejor desde la peatonalización y el trabajo se hace más llevadero con la terraza y las mesas. Fue un cambio a mucho mejor». 

También opina lo mismo Ángel Millán, gerente de la seña de identidad de esta calle, como es La Ponderosa, ya que este establecimiento lleva en activo 41 años. Este hostelero explica que «la decisión fue muy buena propuesta por aquel entonces por mi hermano al alcalde de entonces», pero achaca que no existe compromiso de responsabilidad y de limpieza de la zona «porque no se respeta nada y hay poca implicación en mantener limpia la calle, algo que deberían hacer todos los establecimientos y no lo hacen». 

Sin duda, los hosteleros, los turistas y los vecinos conquenses ganaron con esta decisión que marcó un antes y un después en el ocio de la ciudad, consolidando una de las zonas que a día de hoy es uno de los buques insignia de la gastronomía y el tapeo. No cabe duda de que la calle San Francisco seguirá brillando con luz propia durante muchísimos años más en base a jolgorio, alegría, ambiente y buen comer.