Decían que no, pero sí. No ha finalizado enero y ya han hecho su aparición los escarceos y los nervios preelectorales.
Dirigentes de Ciudadanos decían que ni muertos se presentarían en unas listas con el PP, pero es una opción que no descarta ni siquiera Begoña Villacís. En cuanto a Vox, salen a la superficie las tensiones que hasta ahora eran solo rumor.
Bases descontentas en la extrema derecha porque las decisiones se toman en los despachos importantes sin la menor consulta a los miembros del escalón inferior, una falta de respeto a quienes llevan mucho tiempo dejándose la piel por el partido; los sondeos no les son excesivamente favorables y se mira a un lado y a otro tratando de encontrar culpables. Abascal no se ocupa suficientemente de escuchar a los afiliados, el portavoz Buxadé no encuentra el necesario punto de empatía con la mayoría de los militantes y votantes, le ven como un extraño, y el nuevo secretario de Organización, Garriga, ni conoce bien el partido ni le conocen suficientemente los afiliados. Encima, el rifirrafe que ha mantenido el matrimonio Espinosa de los Monteros- Monasterio con Federico Jiménez Losantos ha provocado un roto en el partido. Jiménez Losantos es un referente en Vox, casi un ídolo, responsable en gran parte del éxito electoral del partido, y el enconamiento de la discusión, con Monasterio y Espinosa acusando al periodista de moverse por intereses personales, apoyando a quienes le financian su emisora, no solo puede acabar en los tribunales sino que por mucho que duela al número dos de Vox y a su mujer, gran parte del electorado del partido se inclinan por el comunicador antes que por los dirigentes de Vox.
En Ciudadanos también pintan bastos. La nueva presidenta apenas es conocida, tampoco el nuevo responsable político Adrián Vázquez. Y Begoña Villacís, responsable de la refundación de Cs y de la nueva fórmula de mando que ha salido de su congreso-asamblea, se ha desmarcado con unas declaraciones insólitas: pide libertad para que cada cual se busque la vida como pueda y, de cara a las elecciones, vaya en la lista que le parezca más adecuada. Y donde la acepten.
La impresión es que Villacís tratará de arrimarse al PP, pero Isabel Ayuso no lo ve claro. En cualquier caso, las declaraciones de la teniente alcalde madrileña han provocado una hecatombe, con indicios de que se está produciendo el desmoronamiento del partido. La supuesta refundación ha sacado a la luz la debilidad de Cs, y también ha sacado a la luz la escasa credibilidad en el futuro que tienen la mayoría de los dirigentes. Su aparente fortaleza se ha quedado en el clásico "que el último apague la luz".
¿Está Feijóo en mejores condiciones que hace un mes para ganar las elecciones y conseguir la presidencia del gobierno? Habrá que estar atento a los acontecimientos y, sobre todo, andarse con mucha cautela. Cuando alrededor todo salta por los aires la prudencia siempre es poca. Lo urgente es esperar.