Un emotivo y reivindicativo último viaje

EFE
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El tren convencional de la línea entre la localidad madrileña de Aranjuez y Cuenca, con 139 años de historia, realiza su último viaje entre protestas por su desmantelamiento

Un emotivo y reivindicativo último viaje - Foto: José del Olmo

 Con una mano en el corazón, apenado y con gesto serio, Cándido Murillo ha hecho sonar su silbato y ha alzado su mano derecha para dar salida, por última vez y poco después de las 19.20 horas de este 19 de julio, al último tren convencional Cuenca-Madrid, que ha realizado el trayecto final tras más de un siglo en servicio. Este responsable de funcionamiento en la estación de Renfe ha visto pasar por Cuenca "miles de trenes" en sus cuarenta años de trabajo, según ha contado entristecido en declaraciones a Efe, poco después de despedir al último tren sentido la capital de España, que había llegado a Cuenca poco antes, entre pañuelos blancos al viento de los presentes.

Ha partido desde una concurrida estación, en el centro de la capital, y arropado por una multitud de personas que han protagonizado un corte simbólico de la línea ferroviaria durante tres minutos. Lo han hecho entre pancartas en las que se podía leer: "Así se trabaja por la España vaciada. ¡Vergüenza de políticos", "Sí al ferrocarril convencional Madrid-Cuenca-Valencia", "Hoy han matado a Cuenca. Gracias PSOE" o "Sin tren no hay futuro". Y al grito, mayores y niños, de: "La ciudad de las Casas Colgadas se queda colgada sin tren", "Queremos tren" o "Sí. Sí. Sí al ferrocarril".

Un emotivo y reivindicativo último viajeUn emotivo y reivindicativo último viaje - Foto: José del Olmo

Ciudadanos anónimos de localidades afectadas como Huete, Carboneras o Camporrobles (Valencia) han reclamado el mantenimiento de la infraestructura y han lamentado el fin de su funcionamiento, que hasta ahora les permitía desplazarse a sus pueblos con billetes más económicos. Entre los asistentes también destacaban responsables de partidos como el PP, Ciudadanos, Izquierda Unida, Podemos y Vox, y sindicatos como CCOO o Solidaridad, y asociaciones como Affamer (Asociación de familias y mujeres del medio rural).

Renfe, la principal empresa de transporte ferroviario de pasajeros de España, pone en marcha desde este martes autobuses para suplir el cierre con varias frecuencias diarias. Precisamente, el estacionamiento de esos autobuses ha llevado a la Policía Local a colocar carteles a las puertas de la estación para prohibir el estacionamiento de vehículos, al ser una zona reservada desde el 20 de julio.

Durante el acto de protesta, el portavoz de la plataforma "Pueblos con el tren" y alcalde de Huete, Francisco Javier Doménech, ha aseverado que lucharán "hasta el final", en relación al anuncio de acudir a la Justicia europea para denunciar el cierre y criticar el Plan "XCuenca" del Gobierno central, que ha supuesto el cierre de la línea, con más de 130 años de historia. Para sustituir este servicio, se ofrece un transporte alternativo a demanda, y desde agosto, una mejora de servicios en autobús para pueblos del cinturón de la ciudad, como Arcas o Jábaga, además de la urbanización de los terrenos en la ciudad, que según indican, fragmentan en dos la capital.

Desde enero de 2021, tras el paso de la borrasca 'Filomena', el trazado entre Cuenca y Utiel (Valencia) no funciona y, desde este martes, deja de hacer definitivamente el recorrido entre la capital conquense y la capital madrileña. Entre tanto, en la estación de Cuenca se apilan traviesas cerca de las vías y junto a las antiguas viviendas de los ferroviarios de un medio de transporte que en 2021 celebró el Año Europeo del Ferrocarril, mientras el Parlamento Europeo estudia el cierre de la infraestructura.